Principales amenazas para la mariposa monarca
El declive de esta especie se debe a diversos factores, siendo la deforestación en sus zonas de hibernación y la expansión de la agricultura industrial dos de los principales problemas a los que se ven enfrentadas. Por ejemplo, la tala ilegal en la Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca, en Michoacán y el Estado de México, ha reducido considerablemente los bosques de oyamel, esenciales para su supervivencia.
Por otro lado, en Estados Unidos y Canadá, la sustitución de praderas por cultivos transgénicos y el uso intensivo de herbicidas han eliminado grandes cantidades de algodoncillo, la única planta en la que las monarcas depositan sus huevos y de la que se alimentan sus larvas. “La pérdida del algodoncillo es devastadora para las monarcas, ya que sin ella su reproducción simplemente no es posible”, explica Karen Oberhauser, directora del Monarch Joint Venture.
Además, el cambio climático ha generado eventos meteorológicos extremos, como tormentas y fríos intensos en las zonas de hibernación, afectando gravemente a la supervivencia de estas mariposas. WWF México reportó que, en 2023, una tormenta invernal provocó la muerte de millones de monarcas en sus refugios naturales.
Acciones para salvar a la mariposa monarca
A pesar del preocupante panorama, existen diversas iniciativas en Norteamérica para revertir esta crisis y restaurar el hábitat de las monarcas. En México, la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas (CONANP) ha intensificado los esfuerzos de reforestación en la Reserva de la Biosfera Mariposa Monarca, con la plantación de más de 100.000 árboles de oyamel en los últimos años.
“La restauración de estos bosques es crucial para garantizar que las mariposas sigan encontrando refugio en invierno”, señaló Adriana López, directora de la reserva.
En Estados Unidos y Canadá, organizaciones como Monarch Watch y WWF han lanzado programas para la restauración del algodoncillo. “Estamos promoviendo la creación de corredores de algodoncillo a lo largo de las rutas migratorias de las monarcas, involucrando a agricultores y ciudadanos”, indicó Chip Taylor, director de Monarch Watch. Hasta el momento estos programas han logrado que se planten más de 500.000 metros cuadrados de algodoncillo en Norteamérica.
Lea aquí: Colombia, el país con más especies de mariposas
Participación ciudadana: un pilar clave
De igual forma, el papel de la ciudadanía es fundamental en la protección de las monarcas. En México, cooperativas ecoturísticas han promovido el turismo sustentable en la Reserva de la Biosfera, generando ingresos para las comunidades y reduciendo la tala ilegal. En palabras de Eduardo Rendón, de WWF México, “cuando las comunidades ven que la conservación de las monarcas también les trae beneficios económicos, el impacto es positivo y duradero”.
En Estados Unidos y Canadá, programas como el Blitz Monarca han invitado a ciudadanos a monitorear y reportar avistamientos de mariposas, generando datos esenciales para su conservación. “Cada persona puede contribuir al monitoreo de las monarcas simplemente registrando sus avistamientos”, mencionó Carolyn Callaghan, de la Canadian Wildlife Federation.
El futuro de las monarcas
Más allá de las amenazas, los esfuerzos de conservación han demostrado que aún hay esperanza para esta especie icónica, pues la clave para la recuperación de las monarcas radica en la colaboración entre gobiernos, organizaciones y comunidades, así como en la concienciación pública sobre la importancia de proteger su hábitat.
No obstante, los expertos advierten que el tiempo es limitado. “Si no actuamos ahora, podríamos perder a las monarcas en unas pocas décadas”, concluyó Karen Oberhauser.
Siga leyendo: ¿Cómo un show del Planetario de Medellín brilla en un festival de cine internacional? Así es Animales celestes