“Nos tocan a uno, nos tocan a todos”. Con esa consigna, un grupo de servidores públicos de carrera llegó hasta la puerta de la Alcaldía de Medellín, en La Alpujarra. ¿La razón? Alzar la voz contra lo que consideran un atropello: los traslados de funcionarios sin explicación técnica.
La protesta la desencadenó un caso en particular. Un servidor de carrera, que prefirió no dar su nombre, llegó de vacaciones y encontró un correo en el que se le notificaba un traslado. “Es lo único que dijeron, pero nunca dieron ninguna explicación. Simplemente que iba para otra secretaría. Ese es el ‘premio’ por hacer bien mi trabajo”, comentó el servidor.
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Esa misma persona añadió que la intención, según han visto los sindicatos, es dejar los puestos libres para acomodar personas de la línea de determinado secretario.
José María Pérez, uno de los empleados de carrera, con 17 años en la administración y líder de la protesta, dijo que el problema de los traslados no es solo administrativo, sino humano: “Evidentemente, como se hacen cambios sin tener en cuenta la idoneidad de las personas, esto va en detrimento del servicio que ofrece la Alcaldía. Pero lo peor es el drama humano, los problemas que esto trae a las personas. No solo les daña el entreno familiar, sino que les causan problemas”.
