Con el fin de evitar que sigan tirando piedras contra carros, camiones y motos hacia la avenida Regional y la autopista Sur, en Medellín, la Alcaldía de Medellín comenzó a instalar las mallas protectoras en dos de los puentes de la ciudad, los cuales fueron referenciados como los principales sitios desde donde se cometían estos ataques y que vincularían a habitantes de calle que se mantendrían en la zona.
Uno de ellos estará ubicado en el puente de la calle 67 (Barranquilla), que tendrá una longitud de 154 metros, los cuales estarán distribuidos en 14 módulos de malla de protección. Al momento, ya van 15 instalados y se espera que en las próximas semanas se culmine la ubicación de la totalidad de ellos.
El segundo estará sobre el puente Horacio Toro, el que está aledaño a la Plaza Minorista, que tendrá una longitud de 160 metros y estará conformado por 51 módulos de malla de protección. Para ambos puentes se invertirán 1.490 millones de pesos y se tendrá como principal objetivo salvaguardar la vida de los conductores que usan este corredor arteria de la ciudad.
El secretario de Infraestructura Física de Medellín, Jaime Andrés Naranjo, manifestó que “como Distrito realizamos acciones de mitigación de los riesgos que se presentan en la ciudad, y la instalación de estos elementos es fundamental, debido a los desafortunados incidentes que se han registrado en la zona. Esperamos que con estas mallas protectoras los ciudadanos se sientan más seguros”.
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Para evitar que estas mallas se deterioren con facilidad, estas se harán con materiales de alta resistencia y con durabilidad a la intemperie, como malla metálica galvanizada, tubería, lámina, aplicación de anticorrosivo, soldadura especializada y pintura esmalte. Se contarán con los elementos también para evitar que estas sean derribadas o destruidas para vender sus partes por chatarra.
En estos trabajos participarán 15 personas vinculadas a las actividades de instalación, de las cuales cuatro son mujeres, como parte de una estrategia de equidad de género que se promueve desde la administración distrital.
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Estas acciones vienen de la mano con la parte operativa para atacar este fenómeno, que tuvo uno de sus puntos más críticos durante el segundo y tercer trimestre de 2024, cuando se presentaron más de 10 hechos de este tipo y en el que ocurrieron dos fallecimientos.
Una de las víctimas fue James Orlando Gutiérrez Gil, de 33 años, el 2 de septiembre del año pasado, cuando a bordo de su motocicleta le lanzaron una roca que le impactó en el casco y lo hizo caer, provocándole lesiones que posteriormente le ocasionaron la muerte. Por este hecho condenaron a 18 años de cárcel a William Benavides, alias El Diablo, un habitante de calle al que se le comprobó su responsabilidad en estos hechos.
La otra víctima de estos ataques fue Laura López Zora, de 24 años, aquien también le tiraran desde un puente una roca el 13 de septiembre del año pasado y luego de una semana de agonía, se produjo su fallecimiento por las múltiples lesiones que sufrió en su cabeza por cuenta del impacto con esta piedra.
Cabe destacar que este fenómeno estaría ligado al incremento de habitantes de calle en Medellín, que en cuatro años pasó de 3.000 a 9.000, los cuales en su mayoría se ubicaron en el centro de Medellín.
