Por segunda ocasión en la semana, el Valle de Aburrá experimentó lluvias de alta intensidad; chaparrones tremendos, como el del martes pasado que dejaron varios centímetros de capa de granizo en sectores como Guayabal, y este jueves, con lluvias de alta intensidad en todos los municipios metropolitanos y vientos extremos Envigado, Bello, Barbosa y el Distrito de Medellín.
Justamente esta semana, EL COLOMBIANO publicó un informe que detalla la cantidad de incidentes reportados en Antioquia por cuenta de los rayos, lo que convierte al departamento en un verdadero imán de estos fenómenos meteorológicos. Las cifras del Informe de Defunciones No Fatales del DANE apuntan que entre 2008 y 2023 en la ruralidad del departamento murieron 121 personas por rayos, casi ocho cada año.
Según reportó el Siata, se espera que las lluvias persistan en gran parte de la tarde. Nuevamente, emitieron recomendaciones para que los ciudadanos se mantengan a salvo en medio de este tipo de eventos, por los riesgos que acarrean las descargas eléctricas, que nuevamente fueron continuas en la tarde de este jueves, y los vientos extremos que han derivado recientemente en la caída de decenas de árboles que dejaron al menos una veintena de heridos, solo en Medellín, entre febrero y lo que va de marzo.
También se reportó la caída de un árbol en Belén Rincón.
Justamente esta semana, EL COLOMBIANO publicó un informe que detalla la cantidad de incidentes reportados en Antioquia por cuenta de los rayos, lo que convierte al departamento en un verdadero imán de estos fenómenos meteorológicos. Las cifras del Informe de Defunciones No Fatales del DANE apuntan que entre 2008 y 2023 en la ruralidad del departamento murieron 121 personas por rayos, casi ocho cada año.
En el Bajo Cauca, en Cáceres y Nechí, tienen uno de los más altos promedios de descargas en todo el planeta, según la Nasa. Cáceres ocupa el cuarto lugar en el ranquin mundial de descargas anuales. En Urabá también son frecuentes con 105 rayos por kilómetro cuadrado cada año.
El Valle de Aburrá no se queda atrás. Según el Sistema de Alerta Temprana de Medellín y el Valle de Aburrá (Siata), entre 2018 y 2024, cayeron en los 10 municipios 22.573 rayos, es decir, 3.700 por año en promedio. En la reciente tormenta del pasado 28 de febrero cayeron 229.
El Siata recordó que el Valle de Aburrá entrará gradualmente a una temporada de aumento en las precipitaciones y que por cuenta de la variabilidad climática muchos de estos sean eventos extremos, es decir, que se salen de los promedios esperados en cuanto a niveles de lluvias, descargas eléctricas y velocidad de los vientos. Por eso se intensificaron las capacitaciones en los barrios más vulnerables ante este tipo de episodios, según los cálculos, aproximadamente el 20% de los barrios de la ciudad se encuentran en riesgo medio y alto de sufrir graves afectaciones derivadas de este tipo de eventos.
También los vendavales han aumentado su incidencia en las emergencias que ocurren en el departamento. Según el histórico de emergencias del Dagran, la mayor cantidad de eventos registrados en Antioquia en 2023 fueron vendavales, con 89 episodios reportados. Los datos recopilados en el departamento desde 1998 revelan que los vendavales son responsables de la avería y destrucción del 22% de las casas afectadas en medio de emergencias y desastres, solo superado por los estragos que causan las inundaciones, responsable de destrozos del 72% de las viviendas. Estas cifras explican por qué los expertos están cada vez más preocupados por la incidencia de este fenómeno en el departamento y el impacto que genera a la seguridad de miles de habitantes, a la infraestructura y a la productividad.
Siga leyendo: A Medellín lo han azotado vientos de 101 kilómetros por hora: preocupan eventos cada vez más extremos