Un dolor de cabeza constante: ¿Por qué con fuertes aguaceros se inunda la glorieta de la calle 10 en El Poblado?
Falta de capacidad hidráulica, calentamiento global y hasta indisciplina ciudadana estarían detrás de la constante situación que con cada temporada de lluvias afecta a dicha zona.
Inundación cerca de la glorieta de la calle 10 en El Poblado. Foto: Manuel Saldarriaga
A raíz de las lluvias que caen en Medellín de manera copiosa, se ha vuelto recurrente que el sector de la glorieta de la calle 10 se inunde, causando el caos en sus zonas aledañas, como el centro comercial Monterrey y la estación Poblado del Metro.
Esto ha ocurrido en diciembre de 2020, abril de 2021, junio de 2022 e incluso mayo de 2024. En dichas ocasiones, las inundaciones ocasionadas por el desborde de la quebrada La Presidenta y el río Medellín causaron temor entre transeúntes y conductores y requirieron la intervención de las autoridades. Sin embargo, el problema persiste, ¿por qué?
Así mismo, a raíz de la misma fuerza de las lluvias, el nivel del río Medellín sube, por lo que cuando la quebrada llega a desembocar en el río, no hay capacidad para recibir el agua con la que viene La Presidenta, haciendo que el agua no se pueda evacuar causando una inundación.
“En términos de datos, el nivel del río Medellín tiene un comportamiento de mantener su nivel en un metro durante un día normal. Sin embargo, en episodios de lluvias como el de ayer, el nivel del río supera los tres metros. Es decir, subió casi tres veces su capacidad normal. Esto hace que efectivamente se pierda la capacidad hidráulica”, detalló Carlos Quintero, director del Dagrd.
León Yepes, gerente de Aguas Residuales de EPM, señaló anteriormente para otro artículo de este diario que en la ciudad EPM transporta, con sumideros en las vías, el agua lluvia a las fuentes hídricas más cercanas. Pero al tener caudales tan altos en el río y las quebradas, se superan o taponan las salidas de las redes propias.
“Y sucede lo que se denomina tapón hidráulico, es decir, la misma quebrada o río no permiten que el agua lluvia que viene por la red salga, porque están taponados por el agua del nivel más alto”.
Según el docente de la Escuela Ambiental de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Antioquia, Juan Fernando Salazar, “una transformación que ha sufrido el Valle de Aburrá es que con la urbanización los humanos han destruido las llanuras de inundación y los humedales. Esto significa que los ríos tienen, al lado de sus cauces, ecosistemas o lugares que normalmente se inundan cuando hay muchas lluvias y el agua va hacia ellos y se almacena temporalmente, para luego volver al río, pero como se ha construido sobre ellos, los ríos quedan arrinconados y se pierde la capacidad de mitigación de las inundaciones que aportan dichos ecosistemas”.
Finalmente, hay que tener en cuenta que muchos inconscientes lanzan a los sumideros basuras y elementos sólidos que obstruyen y taponan el sistema. Por ello el agua no fluye por las redes y se queda en las vías, como ocurre hoy en la glorieta.