El escenario que proyecta el render adjunto a esta nota es el mismo que el de la foto. Si no se parecen es porque la Alcaldía no ha sido capaz de entregar en más de diez meses una obra que tenía que dejar lista en cuatro meses.
La Cancha Cuatro vientos con su zona aledaña es un sitio clave para la actividad deportiva y recreativa en Los Colores. Alrededor de 1.600 personas se benefician de este directamente, incluyendo población adulta mayor para sus actividades de bienestar.
Por eso en 2019 la comunidad votó para priorizar recursos por $1.359 millones del presupuesto participativo en una intervención que renovara el escenario, con techo y nuevo equipamiento deportivo. Los planes socializados también incluían iluminación y un paisajismo necesario para ayudar a mejorar la seguridad del sector.
El Inder hizo convenio interadministrativo con la EDU para estos fines y el contrato quedó a cargo de la empresa Infraestructura S.A.S. Pero desde el mismo día en que empezaron las obras, en mayo de 2022, comenzaron también los dolores de cabeza para la comunidad.
Rodrigo Salazar, un vecino del edificio que está justo al frente de la cancha dice ser testigo de cómo desde el principio los trabajadores pasaban jornadas enteras sin mover un solo dedo y de las respuestas destempladas y desafiantes del contratista cuando la comunidad le reclamaba ante el nulo avance de la obra.
En septiembre pasado, cansados, se rebotaron y empezaron a reclamar soluciones urgentes. La gota que rebosó la copa fue que alcalde Daniel Quintero incluyera, sin reparo alguno, la “construcción de la Cancha Cuatro Vientos” entre sus 1.000 supuestas obras construidas, entregadas y recuperadas en sus primeros 1.000 días de mandato.
Para entonces la cancha estaba completamente tirada a su suerte con materiales desperdigados y convertida en un foco de inseguridad, porque el contratista interrumpió actividades, según aseguró posteriormente el gerente del Inder Cristian Sánchez, debido al aumento en los precios de los materiales.
En ese mismo inacabado escenario, Sánchez le entregó su palabra a la comunidad y le aseguró que el 30 de noviembre la cancha estaría lista, por lo menos funcionalmente, para que los cinco clubes de vida, el punto activo de canas al aire y cientos de niños y jóvenes pudieran hacer uso de este, aunque advirtió que las obras de paisajismo tardarían un poco más. Seis meses después, ni lo uno ni lo otro.
En respuesta del Inder, la entidad asegura que el 24 de febrero le entregó “la cubierta” de la cancha al comité de obra, “cumpliendo con el objetivo y alcance del contrato” y le aseguró a la comunidad que con recursos ordinarios realizarían las obras complementarias. Ante el interrogante de por qué se tardó casi un año para entregar una obra que estaba pactada para cuatro meses, la entidad asegura que se trató de dos situaciones “no imputables a ninguno de los contratantes”. Primero, la solicitud de Planeación para modificar la ubicación de la cancha y segundo un trámite de licencia mayor al tiempo esperado. También le endilgó responsabilidad a la ola invernal.
Contrastar la versión del Inder con la minucia del contrato resulta complejo porque esa es justamente otra crítica, pues ni el contrato ni la interventoría han estado a disposición de la ciudadanía. Ahora, dice el Inder, “proyectan” la entrega para agosto de 2023.
El abogado Daniel Esteban Salazar, quien junto con vecinos le ha hecho veeduría a este tema, señala que además de la Alcaldía y el contratista a la comunidad les deben responder varios integrantes de las JAC y la JAL, quienes han decidido ejercer defensa de la Alcaldía a pesar de que el incumplimiento y las afectaciones por cuenta de esta obra embolatada son incontrovertibles.
Dicen que le meterán vigencias futuras
En las respuestas entregadas mediante cuestionario, el Inder repite que el contrato solo contemplaba la cubierta y que el paisajismo y la iluminación debían salir de otra parte. Aseguran que con recursos de presupuesto ordinario y vigencias futuras van a garantizar “la intervención integral” de este escenario. Consultada por las adiciones de recursos que le han costado al bolsillo de los ciudadanos la obra hasta el momento, la entidad asegura que “el presupuesto para las obras de intervención en este escenario es de $2.386 millones”. Aseguran que en agosto entregarán la cancha a plenitud, el gimnasio al aire libre y paisajismo, fachada flotante, conformación de accesibilidades e iluminación.