Un día libre en un parque de Comfama, un computador para publicar cuentos, unos tenis que sean rojos o un disfraz de Batman son algunos deseos que para muchos serían tan triviales y fáciles de conseguir que poco costaría realizarlos. Sin embargo, para cientos de personas de Medellín estas “banalidades” son algunos de sus más grandes anhelos que por cosas de la vida —como el desempleo, alguna enfermedad o la falta de dinero— no pueden realizar por sus medios.
Por eso, buscando traerle algo de alegría y esperanza a estos necesitados, la fundación Un Viejo Favor y la agencia de publicidad Melborp se unieron para crear Unfavor.org, una plataforma de favores para cambiar esta Navidad con un sueño cumplido.
“La iniciativa nació a raíz de que Melborp se preguntó como su trabajo podría impactar a las personas. Entonces ellos nos buscaron y vieron la importancia que hay en hacer favores. Volcaron sus capacidades y entre ambas entidades creamos el portal www.unfavor.org donde la novedad es que funciona como una 'tienda' virtual. Pero acá lo que el usuario va a escoger es la historia con la que más se identifique para que así pueda aportar para realizarle el ‘favor’ o deseo a estas personas”, explicó Santiago Jaramillo, director de Un Viejo Favor.
La dinámica también se sustenta en la premisa que ambas organizaciones tienen que, de proponérselo, el 7% de los colombianos que tiene los medios suficientes puede aportar para que el 93% restante pueda hacer sus sueños más simples realidad.
Una bicicleta para dejar de caminar desde Moravia
Félix Ebirinas es un migrante venezolano que vendedor ambulante en el Parque Explora. Diariamente se mueve desde el barrio Moravia, al nororiente de la ciudad, con su puestico hasta el punto donde se hace los pesos para sobrevivir. “¿Qué si me pesa? Claro, de Moravia hasta el Parque siempre se hace el camino largo y pesado con esto. Por eso quiero una bicicleta para llegar más rápido, descansadito y bien peinadito", comentó Félix.
Marleny solo quiere un paseo familiar a Comfama
Marleny Monsalve es una de las vendedoras de flores que engalanan el paseo Junín. Y aunque su oficio muchas veces consiste en darle alegría a las personas, ella también quiere tener una dicha que desde niña no ha podido cumplir. “Uno nunca deja de ser niño. Y así arrugaditos y todo, mis hermanos, tíos y yo nos merecemos vivir un día como los niños que no pudimos ser. Sonreír sin miedo montados en las ballenitas de Comfama. ¡Qué dicha!”, dijo.
Un secador para iniciar un emporio de la belleza
Deisy Johana Ciro es una estilista y peluquera de la ciudad que si bien antes tenía el anhelo de ser mamá, ahora tiene otros proyectos en mente, como tener su propio local “con todos los juguetes”. Pero ella sabe que todo es un proceso que muchas veces arranca consiguiendo la herramienta esencial. "Por eso tengo que empezar con un secador, pero de los buenos. Un secador que me aguante seis cepillados por día, pa´que se note que soy toda una profesional", dijo.
Mamá Chila sueña con un computador para escribir
María Lucila Pérez, conocida como Mamá Chila, es una líder comunal de Medellín cuyo anhelo para esta Navidad es tener un computador en el cual pueda escribir sus cuentos para luego publicarlos en internet. "He visto por décadas la guerra frente a mis ojos y solo se detiene cuando cojo un lápiz y escribo cuentos, para que cada que llegue la noche solo tenga paz y tranquilidad. Poder expandirlos en la internet sería contar la vida que hay después de una frontera invisible", contó.
Poder disfrutar de una fiesta de Nochebuena
Rubiela Londoño es una de las vendedoras de lotería del Centro de Medellín. Este año, su anhelo es “tener la suerte” de poder organizar una buena fiesta de Nochebuena para sus cerca de 20 familiares. “Uno a esta edad ya no quiere nada material, solo tiempo con la familia y tener felices a los 20 que somos en la mía. Por eso quiero una Nochebuena con todos los juguetes, que no se nos olvide nunca... Pero como todo en la vida, una cosa es querer y otra es poder”, comentó Rubiela.
Un celular para pedir citas médicas virtuales
Luz Marina Echavarría es una vendedora de fritos de la ciudad, así se ha ganado la vida. Comenta que ya está cansada de tener que ir hasta su EPS a hacer las eternas filas para pedir las citas que tanto necesita, por eso y después de ver que desde un celular se puede acceder al mismo trámite, ahora anhela un teléfono inteligente. “Mi nieta hasta come viendo el celular y yo me antojé de uno. Pero no para ver bobadas, sino para pedir las citas de la EPS desde mi cama”, agregó.
En www.unfavor.org, se pueden hacer aportes desde $20.000 o si lo desea se puede aportar a un sueño en especie. “Eso sí, siempre y cuando el objeto sea nuevo. Si en una fiesta siempre damos un regalo nuevo, ¿por qué para cumplir el sueño a una persona no?”, señaló Jaramillo.
Actualmente en la página hay 103 historias o favores pedidos que fueron recopilados por Melborp y Un Viejo Favor recorriendo la ciudad y sus comunas a pie, haciendo entrevistas con venteros, líderes comunales, emprendedores y mujeres cabeza de hogar.
Hay historias o favores muy sencillos pero que de cumplirse tienen el poder de cambiarle la vida a la gente y sus familias a la vez que les manda el mensaje de que no están solos en sus afugias diarias y en la rudeza de las calles, pues mucha gente se ha unido para hacer posible ese “favor”.
“Aunque no tenemos un plazo de cierre, la idea es tener recogido el dinero antes del 24 de diciembre. Algo que nos caracteriza es la confianza porque siempre damos cuenta de lo que recogemos. De hecho ya tenemos la plata de 25 favores, de los que lo único que esperamos tener como contraprestación son las sonrisas, la felicidad y la esperanza de las personas”, concluyó el director.
Por eso, para estas fechas —así sea solo, en familia o con sus compañeros de trabajo— intégrese a la actividad, ingrese a www.unfavor.org, busque el favor que desea apadrinar y haga el aporte para hacer feliz a estas personas que necesitan una mano amiga que les haga un favor que cambie sus vidas.
También puede hacer su aporte en la cuenta Ahorros Bancolombia 24500011098 ó en la cuenta de Nequi 3002020837.