Al menos 146 personas murieron y otras 150 resultaron heridas, varios en estado grave, tras una posible estampida en el barrio de Itaewon, en el centro de Seúl, que cada año aglutina a miles de personas durante la celebración de Halloween, informó el departamento de bomberos de la capital surcoreana.
Poco antes, las autoridades habían ofrecido un balance de 120 fallecidos y 100 heridos.
El departamento de bomberos de la ciudad explicó en rueda de prensa que de los aproximadamente 150 heridos, al menos la mitad estaban recibiendo maniobras de resucitación.
Un portavoz indicó a la AFP que más de 140 ambulancias habían sido enviadas al lugar.
De hecho, en vídeos compartidos en redes sociales muestran a los equipos de emergencia practicando maniobras de resucitación sobre decenas de personas en las calles de Itaewon.
El incidente, que según los bomberos se produjo a las 22.22 locales (13H22 GMT), parece ser la consecuencia de una estampida en las calles de la zona.
“El elevado número de víctimas se debió a que muchos fueron pisoteados durante el evento de Halloween”, dijo, Choi Sung-bum, un funcionario del departamento de bomberos, quien añadió que el número de muertos podría aumentar.
Los cuerpos fueron trasladados a hospitales y a un gimnasio cercano, indicó.
Un testigo citado por la agencia de noticias surcoreana Yonhap narró escenas apocalípticas.
“Las personas caían apiladas unas encima de otras como en una tumba. Algunos perdían gradualmente el conocimiento y otras parecían muertas en ese momento”, señaló.
Policías con chalecos amarillos acordonaron la zona y rescatistas cargaron algunas víctimas en camillas hacia las ambulancias.
El presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol, ordenó ejecutar una operación de emergencia para suministrar primeros auxilios para los afectados y que dispongan de camas y atención hospitalaria.
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La aparente estampida tuvo lugar en torno a las 23.30 hora local (14.30 GMT) en las cercanías del Hotel Hamilton, frente a la estación de metro de Itaewon.
Cada año el barrio de Itaewon, colindante con una base militar estadounidense, se convierte en el punto más concurrido para celebrar Hallowen en Seúl.
