Aunque hasta ahora el Estado Islámico no se ha atribuido el ataque al aeropuerto de Estambul, el primer ministro de Turquía, Binali Yildirim ha dicho que tienen indicios de que este grupo terrorista estuvo detrás del atentado.
El imam Julián Zapata, cofundador del Centro Cultural Islámico, en diálogo con EL COLOMBIANO, explicó los alcances actuales de este grupo y destacó que volver atacar un aeropuerto es un modus operandi que manda un mensaje claro: Ya nada es seguro.
En ese sentido, aseguró que cuando se ataca un aeropuerto de una potencia tan segura como Turquía o cuando se ataca un aeropuerto de cualquier país de Occidente, “es porque ya nada está seguro. Es un mensaje claro”.
Agregó que este nuevo atentado es más de lo mismo que este grupo ha venido haciendo en los últimos meses. “Occidente está destinado a inventariar el terrorismo hasta que no se tomen medidas de fondo como prohibir esa secta. Todo lo que se ha hecho son paliativos. Europa y Occidente se llenaron de esta secta. Turquía está recogiendo lo que sembró, porque es una de las potencias más condescendientes con el Estado Islámico en aras de destruir el régimen de Bachar al -Ásad. Ahora hay algo peor y es que resulta que la Unión Europea hizo un acuerdo con Turquía para libre circulación de ciudadanos turcos por toda Europa. Eso es un suicidio, lo que va a pasar es un tránsito libre de terroristas entre campamentos de Irán y Siria hacia todos los países”.
Aseguró que en este momento se está viviendo una situación parecida a la que vivió Europa en los años 30, cuando se pensó que el nazismo no era peligroso y se podía controlar, pero “después se salió de control”.
El experto explicó que el problema de fondo es que Occidente tiene como única salida prohibir este grupo para salvar a los ciudadanos.
“A mi manera de ver, lo que se tiene que hacer es una purga y eso es demasiado costoso políticamente. Si hace esa purga de prohibir esa secta, se enfrenta al retiro masivos de fondos de los bancos de Arabia Saudita y Catar, principales financiadores de esta secta. Y en este momento aunque Arabia les diga que no actúen, ya están fuera de control, es una plaga”. Por eso, Zapata insiste en que “Occidente tiene que tomar medidas radicales”.
Finalmente, explicó que el Estado Islámico ha contado con demasiada complicidad en los últimos 50 años por el poder económico de sus patrocinadores: “Si un país no puede controlar esto, se le salió de control, pues tiene que tomar medidas”, puntualizó.
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