Luego de la tradicional oración del Ángelus en la plaza de San Pedro, el Papa Francisco abandonó la Casa Santa Marta para ser internado de forma programada en el hospital Policlínico Agostino Gemelli, de Roma.
El jerarca de la Iglesia Católica fue intervenido quirúrgicamente para tratarle una estenosis diverticular sintomática del colon, según señaló Matteo Bruni, director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
“El Santo Padre reaccionó bien a la operación realizada bajo anestesia general y llevada a cabo por el especialista y profesor Sergio Alfieri, con la asistencia del profesor Luigi Sofo, el doctor Antonio Tortorelli y la doctora Roberta Menghi”, indicó el portavoz de El Vaticano.
La estenosis diverticular sintomática del colon es una compresión o estrechamiento en alguna porción del intestino grueso causada por un divertículo (formación anormal en forma de bolsa), que causa molestia y dolor.
Aunque hasta ahora el Papa Francisco goza de buena salud en términos generales, vale la pena recordar que hace más de 60 años le extirparon parte de un pulmón.
El Papa también ha comentado que tuvo un problema cardíaco en 2004. Además, es sabido que ya investido como máximo líder espiritual le fue diagnosticado hígado graso, patología que superó con una dieta especial que también le hizo bajar de peso.
Sobre su salud, es ampliamente conocido que el Papa sufre de ciática –afección que involucra un nervio de la parte inferior de la espalda y la pierna– y de pie plano, enfermedades que muchas veces lo han obligado a cojear.
La última vez que se supo de un procedimiento quirúrgico al que se haya sometido el papa Francisco tuvo lugar a mediados de 2019, cuando fue intervenido por cataratas que afectaban su vista.
La información del procedimiento solo trascendió a la opinión pública, meses después.