A pesar de las múltiples protestas callejeras que la situación ha provocado, la primera ministra de Francia, Elisabeth Borne, defendió la reforma pensional que el próximo lunes comenzarán a debatir los diputados, por considerarla “indispensable” para preservar “un sistema que protege a los franceses”.
En una entrevista en la televisión pública, la jefa del Gobierno indicó que en la actual situación el sistema de pensiones crearía un déficit insoportable, obligaría a subir los impuestos y empobrecería a los franceses.
Frente a ello, defendió su propuesta “equilibrada” que aumenta de 62 a 64 años la edad de jubilación, e incrementa hasta 43 el número de años cotizados para aquellos que quieran jubilarse antes sin perder parte de su pensión.
Frente a los sindicatos que se oponen a la reforma y que han convocado ya dos huelgas generales y preparan otras dos para los próximos días 7 y 11 de febrero, Borne defendió que su proyecto es “indispensable”.
Según las cuentas del Gobierno, el déficit del sistema de pensiones alcanzará los 12.000 millones de euros en 2027 porque “los ingresos bajan ya que hay menos activos para financiar a los pensionistas”.