Giorgia Meloni, la nueva primera ministra de Italia, nació en 1978 en Roma, y desde que era muy joven ha sido reconocida por hacer parte de movimientos políticos conservadores.
Sus primeros pasos en la política los dio en 1995 cuando entró a la Alianza Nacional, y un año después se convirtió en presidenta del movimiento.
Con tan solo 29 años fue nombrada vicepresidenta de la Cámara de Diputados, e inició su carrera como periodista, en donde estuvo en medios de comunicación como el canal Mediaset.
Meloni es admiradora de Donald Trump y del primer ministro de Hungría, Viktor Orbán; se ha declarado en varias oportunidades como cristiana, y ha utilizado su vida religiosa como medio discursivo para su carrera política.
Su victoria este domingo generó varias reacciones en los medios italianos, pues mientras que unos la destruían, otros celebran su posesión.
La prensa conservadora estaba exultante este lunes con su victoria en las urnas. “Revolución en las urnas”, titulaba Il Giornale, el rotativo de la familia Berlusconi. “La izquierda derrotada ¡¡¡(somos) libres!!!”, escribió el diario Libero.
“Meloni toma Italia”, titulaba La Repubblica, un diario de izquierda que se opuso con firmeza a la líder de Hermanos de Italia durante la campaña, mientras que La Stampa se refirió a “las mil incógnitas” que se abren en Italia tras la “histórica victoria” de la ultraderecha.
“El hecho de que esto ocurra un mes antes del centenario de la marcha sobre Roma y del comienzo de la dictadura de 20 años de Mussolini es una coincidencia: los italianos que votaron por Meloni no lo hicieron por nostalgia del fascismo”, pero el factor común entre el autócrata fascista y la señora Meloni es que llegan al poder “al final de un maratón solitario contra todo y contra todos”, opinó el diario turinés.
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Luego de ganar las elecciones de este domingo, la primera ministra de Italia agradeció a todos los italianos que confiaron y votaron por ella. “Los italianos nos han confiado una responsabilidad importante. Ahora será nuestra tarea no decepcionarlos y hacer todo lo posible para restaurar la dignidad y el orgullo de la nación”, manifestó Giorgia Meloni en sus redes sociales.
Durante sus intervenciones públicas y electorales, la nueva primer ministra se ha referido en varias oportunidades a las raíces cristianas europeas.
Además, Giorgia Meloni considera que uno de los peligros más grandes que tiene el país es una supuesta “islamización” de la cultura nacional.
El partido de Meloni, el FdL, fue el más votado en las elecciones de este domingo con el 24,6%.
