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El congresista republicano George Santos está en el centro de la polémica en Estados Unidos porque admitió haber inventado la historia de su vida y está siendo investigado por ese caso por las autoridades norteamericanas y en Brasil.
El legislador tiene 34 años, es hijo de padres brasileños y entró al Congreso de Estados Unidos apenas en enero. El mismo Santos aceptó que “retocó” su currículum y por eso quedó en la mira de varias investigaciones judiciales, entre ellas una en Brasil por fraude con cheques robados.
A pesar de que su expediente es motivo de análisis internacional, Santos se niega a dimitir y aseguró en una entrevista con la cadena Fox News que no es una persona “falsa”.
Entre los republicanos ningún peso pesado le ha pedido públicamente que ceda su escaño, arrebatado a los demócratas en el distrito 3 del estado de Nueva York, en los suburbios de la megalópolis.
Luciendo grandes anteojos, Santos se presenta en su sitio web como hijo de inmigrantes brasileños en busca del “sueño americano”, que creció en el popular distrito de Queens en Nueva York y además exhibe abiertamente su homosexualidad.
Pero varias menciones de su biografía han desaparecido. Ya no figura que se haya graduado en el Baruch College, ni asistido a la Horace Mann School, una prestigiosa escuela secundaria privada en el Bronx, ni que haya trabajado en finanzas para Citigroup o Goldman Sachs, como alegó.
A Santos también se le acusa de mentir o exagerar al presentarse a sí mismo como “un judío estadounidense orgulloso”: creció en una familia católica pero sostiene que su “herencia es judía” como nieto de sobrevivientes del Holocausto que huyeron de la barbarie nazi.
Jefe de una firma de consultoría financiera, también supuestamente infló sus ingresos y las propiedades que tenía.
Santos: el congresista de la discordia en Estados Unidos
Más allá de los llamados a la renuncia desde el campo demócrata, las revelaciones causaron cierto asombro. Para Joshua Tucker, codirector del Centro para el Estudio de Medios Sociales y Política de la Universidad de Nueva York, se trata más de una “historia política pasada de moda” que de una cuestión de “desinformación en las redes sociales”.
“Pero lo loco de esta historia es el alcance de su mentira (...) es bastante sorprendente que en la era de la información digital moderna se haya salido con la suya durante tanto tiempo”, dijo a la AFP.
Algunos observadores lo vieron como un síntoma de las dificultades de la prensa local, en un país donde desaparece una media de más de dos periódicos por semana, según un informe de la Medill School of Journalism de la Northwestern University (Illinois) en 2022.
Sin embargo, un periódico conservador local, The North Shore Leader, había señalado serias dudas sobre la situación financiera de Santos antes de su elección, pero la información no fue retomada a nivel nacional. Santos también se benefició del desgaste de los demócratas en el estado de Nueva York en las elecciones de mitad de mandato de noviembre.
“La prensa es un blanco demasiado fácil”, escribieron dos profesores de la Universidad Estatal de Middle Tennessee, Ken Paulson y Kent Syler, en el periódico The Tennessean. Según ellos, los reproches deberían ir más bien dirigidos a los partidos Republicano y Demócrata, culpables de no haber identificado mucho antes las faltas de George Santos.