El físico suizo Karl Alex Muller, ganador del Nobel de Física en 1987 junto al alemán Georg Bednorz por su descubrimiento del primer superconductor de alta temperatura, falleció a los 95 años.
Muller murió este mes, según una esquela publicada este martes en el diario Tages-Anzeiger por su familia y el laboratorio IBM Research y citada por la agencia de noticias suiza ATS.
El científico falleció mientras dormía, según la notificación, tras haberse enfrentado a los últimos años de su vida con “perseverancia y optimismo”, escribieron.
Muller y Bednorz trabajaban en el laboratorio de investigación de IBM en Zúrich cuando ganaron el Nobel por “su importante logro en el descubrimiento de la superconductividad en materiales de cerámica”.
Sus descubrimientos hicieron que la superconductividad fuera más accesible y allanaron el camino para su aplicación en un amplio abanico de campos, desde trenes de levitación a las resonancias magnéticas.
La superconductividad —un fenómeno por el que la electricidad fluye por un material sin experimentar resistencia alguna o perder energía en forma de calor— fue descubierta en 1911, cuando el físico neerlandés Heike Kamerlingh Onnes enfrió mercurio a - 270 º C y vio que la resistencia eléctrica desaparecía.
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Después de ello, durante décadas, se creía que la superconductividad solo era posible con componentes metálicos y a muy bajas temperaturas.
Pero en 1986, Muller y Bednorz dejaron de lado las aleaciones tradicionales y empezaron a probar la superconductividad en óxidos con los que el fenómeno funcionaba a una temperatura superior, -238 º C.