El Gobierno de Estados Unidos ha lanzado un plan para combatir la plaga del gusano barrenador, que amenaza al ganado y a los humanos.
Las larvas son una amenaza grave para la agricultura estadounidense, especialmente la ganadera, ya que una infestación puede matar a un animal de 450 kg en solo dos semanas.
Las moscas macho, al aparearse con hembras, impiden la reproducción de la plaga, reduciendo así su población sin recurrir a pesticidas químicos. Como el macho está esterilizado, los huevos puestos por la hembra no eclosionan, lo que reduce continuamente las poblaciones de larvas.
Esta técnica, que ha sido efectiva en el pasado en EE.UU. y Panamá, se refuerza con la apertura de una nueva planta de producción en el sur de México en 2026 y un centro de distribución en Texas. Se espera aumentar la producción de 117 millones a 400 millones de moscas por semana.
El método de dispersión aérea, aunque eficaz, presenta desafíos logísticos y de seguridad, como lo demostró un reciente accidente aéreo en la frontera entre México y Guatemala. Sin embargo, esta táctica sigue siendo una de las más exitosas en la lucha contra esta devastadora plaga.