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Nancy Pelosi dejó a Asia al borde de una confrontación

China desplegó ejercicios militares en su frontera marítima con Taiwán por la visita de la senadora gringa.

  • Presidenta de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, Nancy Pelosi, durante una conferencia de prensa en el Palacio Presidencial en Taipei, Taiwán, el 3 de agosto de 2022. FOTO: EFE
    Presidenta de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, Nancy Pelosi, durante una conferencia de prensa en el Palacio Presidencial en Taipei, Taiwán, el 3 de agosto de 2022. FOTO: EFE

A China y Taiwán los separa el Estrecho de Taiwán, y a ese punto que marca unos 130 kilómetros de distancia entre ambos territorios llegaron buques chinos para realizar maniobras militares en las fronteras de la isla, como represalia a la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, a ese país.

El despliegue militar chino en las fronteras marítimas incluye ejercicios de disparo de municiones de largo alcance, navíos armados y el paso de 27 aviones que atravesaron el espacio aéreo taiwanés durante la visita del martes.

Ese, sin embargo, sería solo el principio de esta fase de tensiones porque los movimientos militares comienzan en forma este jueves, desde seis puntos en el océano delimitados en las inmediaciones de las aguas territoriales taiwanesas.

El despliegue de los buques de guerra tiene en vilo a los 27 millones de habitantes de la isla y a la comunidad internacional ante el temor de una escalada en otro frente, además de la guerra entre Rusia y Ucrania.

Una disputa histórica

El paso de Pelosi por esa nación insular levantó polvo sobre una relación de más de siete décadas de tensiones, pues China considera a Taiwán como parte de su territorio, a pesar de que esta tiene un gobierno autónomo y se autodeclara como independiente.

La discordia data de 1949 cuando las tropas de Mao Zedong –el fundador del Partido Comunista– derrotaron a los nacionalistas, quienes se refugiaron en esa isla y formaron una nación en un islote que los chinos reclaman como propio.

Si bien la soberanía e independencia de Taiwán es reconocida por pocos, la nación ha tenido apoyo militar de Estados Unidos y el viaje exprés de Pelosi a esa zona fue recibido como un guiño a los nacionalistas y, al tiempo, como una jugada contra los chinos.

Incluso la administración de Xi Jinping ve la reunificación de China como uno de sus principales metas, un objetivo que parece mucho más esquivo si una potencia le envía guiños a los nacionalistas de la isla y, de cierta forma, los legitima.

De ahí que cualquier tipo de reconocimiento de la soberanía taiwnesa por parte de la comunidad internacional genere asperezas en Pekín. Como le dijo China a Estados Unidos: está “jugando con fuego”.

Cañones apuntan a Taiwán

La tensión va en escalada, al punto que ya mueve tropas. Incluso, Rusia acusó a Estados Unidos de estar interviniendo en la política china por auspicir el viaje de Pelosi.

A juicio de China “Estados Unidos viola la soberanía bajo el disfraz de la ‘democracia’”. Es tal la molestia de Xi Jinping, que su canciller Wang Yi amenazó diciendo que “quienes ofenden a China serán castigados”.

La discordia ya decantó una cita entre el embajador de Estados Unidos en Pekín, Nicholas Burns, y el viceministro de relaciones exteriores chino, Xie Feng, para manifestarle que la Casa Blanca quiere mantener los canales de comunicación abiertos y evitar una escalada militar.

Un llamado similar hizo el G7, grupo que afirmó que “no existe ninguna justificación para utilizar esa visita como pretexto a una actividad militar agresiva en el estrecho de Taiwán”.

Pero fue Estados Unidos el primero en poner a circular esa papa caliente en la política internacional, un juego peligroso que no se activaba a ese nivel desde 1997, cuando un delegado gringo pisó suelo taiwanés.

Ese fue año fue un republicano, Newt Gingrich, quien jugó con fuego al visitar esa isla a pesar de que en el papel Estados Unidos dice estar a favor de la política de “una sola China”.

Las discordias apenas comienzan y dejan ver que la administración de Joe Biden no saldrá librada de disputas con China, como tampoco lo hizo su antecesor Donald Trump con la guerra comercial que presionó los mercados internacionales.

El contexto ahora es mucho más peligroso si se tiene en cuenta la crisis global derivada de la invasión de Rusia a Ucrania que deja coletazos en la inflación, el suministro de alimentos y el comercio en todas las regiones del globo.

Por ahora, las implicaciones se mantienen en Asia porque China suspendió la exportación a Taiwán de arena y canceló la importación de frutas y productos pesqueros. Ese, sin embargo, podría ser solo el comienzo .

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aviones de combate chinos han incursionado en el cielo de Taiwán desde 2020.
Infográfico

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