Fue por pura seguridad. Andrés Felipe Campos empuñó la espada, no para defenderse, pero sí para huirle a los ladrones.
"Cuando iba para la casa y para no pasar por una cuadra en la que ya me habían atracado, me metía por el frente del coliseo. Vi a la gente practicando y entré", dice convencido el único antioqueño integrante de la selección Colombia A que estará en el Campeonato Suramericano de esgrima, a comenzar este martes en Sabaneta.
Andrés, barranquillero de nacimiento y bicicrosista cuando apenas era un niño, es quien ha estado más certero con la espada entre la nueva camada antioqueña.
Con menos de tres años de competencia y bajo la batuta de Emanuel Hoyos, Campos se metió entre los cuatro mejores de Colombia en su modalidad, y aseguró un espacio al lado de los veteranos vallecaucanos, curtidos en este deporte de mosqueteros y nobles europeos.
"Es un orgullo poder estar en un equipo nacional. En ese primer día que entré a la esgrima pensaba solo en un hobby , nunca en estar en una Selección o algo así. Pero esto ha sido a punta de trabajo fuerte", explica Campos, quien ha visto "caer" a muchos compañeros, no en la pista de competencias pero sí en la entrada a la U, que les quita el tiempo necesario para comprometerse en un deporte de disciplina.
Como Andrés, la esgrima ha vivido un proceso de renovación desde 2006, cuando llegó a Medellín el entrenador Hoyos.
"En esa época apenas eran ocho muchachos, y aunque con muy buena voluntad de la administración anterior, el proceso iba lento. Ya hemos logrado algo más estructurado, con semillero y deportistas de rendimientos altos, como Andrés, que sabe que puede dar mucho más", dice Hoyos, quien entrenó en el Valle del Cauca, fuente de los esgrimistas colombianos.
Hoy, Antioquia pone a Campos en el elenco A de los 24 elegidos por ranquin, y otros cinco (Ana María Castrillón, Melanie Mollán, Luisa Soto, Catalina Henao y Juan Pablo Velásquez Mazo).
Pese a que sabe que es el último en entrar en la Selección, que apenas los de Antioquia se abren camino, y que él tiene que jugar el doble de bien para meterse siquiera entre los primeros de Colombia, el cajón de los deseos guarda ilusiones que no mueren.
"Siempre que salgo a competir quiero ganar, y a eso saldré en los dos campeonatos (Suramericano e Iberoamericano). Por el momento sé que es preparatorio para los Juegos Suramericanos, y para ver en qué lugar estoy".
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