Si las personas con discapacidad física no ahorramos en quejas sobre las excluyentes prácticas sociales, qué dirán del lado de quienes presentan discapacidad cognitiva. A nivel nacional son 2,9 millones de personas con un bajo funcionamiento intelectual, cifra que representa el 6,4 % de la población colombiana.
Como ejercicio de la libertad, la autonomía es de lo que gozamos los seres humanos para poder elegir y decidir. En el caso de las personas con discapacidad cognitiva, las decisiones son tomadas por sus familias, afrontando las escasas posibilidades que ofrece nuestro país en materia de educación, empleo, salud y el desarrollo de una vida digna.
La tecnología tiene infinitas posibilidades de inclusión para estas personas y sus cuidadores, pues de la proporción de personas con discapacidad cognitiva, el 38 % necesita de cuidados permanentes. El teletrabajo es una de ellas que permite la inclusión a la vida productiva, la generación de alternativas de empleo, para cuidadores que permanecen junto al paciente.
Temas como la neurorrehabilitación a través del uso de consolas de video, juegos como la Wii, permiten el desarrollo de funciones de coordinación, reconocimiento de colores y sonidos y motricidad fina. Lo mejor es que este tipo de técnicas resultan entretenidas para los pacientes.
En el caso de la educación, las tecnologías de información y comunicaciones ofrecen grandes opciones de aprendizaje apoyados en ayudas multimediales. Según el Dane, del 33 % de los niños y jóvenes con discapacidad cognitiva sólo el 5,4 % termina el bachillerato.
Pero también hay que hablar de diversión, Fundación Todos Podemos Ayudar me hizo caer en la cuenta de la necesidad de juguetes accesibles para que niñas y niños con discapacidad cognitiva, puedan divertirse e interactuar con sus muñecos.
La semana pasada tuve un encuentro afortunado: Conocí a María Stella Jaramillo, mamá de una persona de 29 años que presenta discapacidad cognitiva. Ella me compartió su preocupación por la educación especial, la misma que comparten otras madres y por la que formaron a Ludipaz, un emprendimiento social.
Doña María Stella, las mamás y papás que cuidan de sus hijos con discapacidad cognitiva requieren de herramientas para cuidar de sí misma y de la persona dependiente. La implementación de herramientas de telemedicina puede contribuir al mejoramiento de los hábitos de las personas con discapacidad cognitiva.
Necesidades de formación, salud y empleo que la tecnología puede proveerles, en España se encuentra la Corporación Fisiogestión, la cual desarrolla trabajo en esta línea en Estimulación Cognitiva y rehabilitación a través de una plataforma interactiva.
El compromiso social de hacerles la vida más fácil a cuidadores y personas con discapacidades es posible de cumplir gracias a la tecnología, para que ante su ausencia los padres lean desde el cielo lo que escriben sus hijos en una pantalla de computador.
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