En 1979 Miguel de la Quadra – Salcedo, fundador de la Ruta Quetzal BBVA, apenas podía imaginarse los recuerdos que en fotografías análogas dejaría la expedición científica que comenzaba con jóvenes entre los 18 y los 25 años en Bolivia, Perú y Brasil.
34 años después, la realidad es otra. Las fotografías son digitales e inmediatas y las comunicaciones recorren los cinco continentes en menos de 24 horas. Todo esto gracias a internet y en especial a las redes sociales.
Armados de una estrategia digital que incluye cuentas en Twitter, Facebook, Youtube e Instagram, más un sistema de georeferenciación que muestra los avances de los equipos, los organizadores de esta expedición de iniciación científica para jóvenes, están cumpliendo con un objetivo: "Hacer que los otros vivan la experiencia de ser ruteros".
Marsimeth Iguarán, quien con cinco jóvenes más representa a Colombia en la expedición, sostiene que "Twitter es el único medio" en el que puede estar enterado de todo lo que pasa en Ruta Quetzal BBVA.
Algo similar ocurre con Mónica Paulina Restrepo, madre del joven antioqueño Juan Luis Rendón, representante de Medellín en esta expedición. "Ya tenía cuenta de Twitter, pero no era muy ágil haciendo uso de ella. ¡Miren todos los esfuerzos que uno hace por los hijos… También tengo una cuenta de Facebook. Para tener noticias de Juan me he valido de todo lo que he podido y las redes me han servido mucho".
Otros padres, de 53 países más, también usan las redes sociales para estar enterados de lo que está ocurriendo con las vacaciones de verano de sus hijos. Muchos de ellos reconocen una alfabetización digital a la fuerza. Todo, por cuenta del amor.
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