Los propietarios de vehículos amparados por la garantía del fabricante con frecuencia se aceleran cuando se acerca la fecha en que la garantía perderá validez (por tiempo o kilometraje), ya que después de esa fecha no podrán reclamar por los defectos de calidad o ensamble del vehículo.
Están en lo cierto, pues la garantía es un contrato y una obligación legal, que tiene vigencia durante el tiempo o el kilometraje indicado en el Certificado de Garantía. Un documento que el concesionario le entrega al comprador con el vehículo.
Fastidia pensar que las fallas que se exterioricen después de que expire la garantía no están cubiertas, pero consuela pensar que casi no existe ninguna falla de fabricación que no se manifieste durante la vigencia de la garantía del productor, y hay veces que para quitarle el fastidio el productor repara sin costo el defecto de fabricación, a pesar de que legalmente no está obligado a hacerlo.
Es lo que se denomina en el medio una "cortesía comercial" o una "política de servicio".
Lo triste es que a veces su generosa actitud es causa de problemas, porque el consumidor la interpreta como un gesto que oculta defectos de calidad de otras piezas y reclama igual tratamiento si se presenta otra falla después de vencida la garantía, grande, pequeña o minúscula.
Es natural que los tigres de Bengala cebados de vez en cuando devoren a un lugareño, pero eso es en la India, no por estos lados.
*Especialista en Derecho del consumidor de vehículos
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