Dos años de trabajo por la paz y la reconciliación tuvieron este lunes su recompensa. Los habitantes de la Unión Peneya (Caquetá) fueron galardonados con el Premio Nacional de Paz, por su decisión de retornar a las mismas tierras de las que hace cinco años fueron expulsados por la violencia.
Ahora, cuando entienden que trabajar en pro de la paz sí paga, sus impulsores hablan con orgullo de sus logros: "El esfuerzo fue terrible. Todo fue idea nuestra y lo hicimos sin ayuda de nadie. Recibir este premio es una alegría inmensa", asegura Carlos villa, el profesor de música de la población y quien creo la banda infantil de la paz.
Él, a sus 35 años de edad, no puede creer que todo un país esté reconociendo las ganas y el amor por la vida de personas, que como dice el mismo, hasta hace un tiempo eran completamente desconocidas.
"Uno no espera eso. Cuando lo decidimos fue con las ganas de volver a la tierra, volver a trabajar, volver a empezar de nuevo, recuperar la tranquilidad (?) entonces un reconocimiento de estos es muchísimo", agrega.
Para el jurado, entre el que se encuentran personalidades como el ex canciller Augusto Ramírez Ocampo, el padre Darío Echeverri, y la directora de Redepaz, Ana Teresa Bernal, el caso de la Unión Peneya es un ejemplo de resistencia civil.
"Cada año se otorga a una o varias personas o entidades que contribuyan de manera destacada a concretar y desarrollar procesos de paz, que aporten a la solución del conflicto armado", dice el documento donde se justifica la elección.
Paz es cultura
Como la base de su proyecto fue la búsqueda de soluciones pacíficas a través de la promoción del arte, los recursos que se le entregarán a la población por ser Premio Nacional de Paz irán destinados a la creación de una Casa de la Cultura.
Así lo explica el Alcalde de La Montañita (Caquetá), Edgar Rincón: "Para llegar allí a lo primero que le apuntaron fue a la cultura, a las expresiones artísticas como un mecanismo de persuadir a la juventud y decirle a los actores armados que hay otra forma de vivir la vida".
Por eso ahora, quieren ampliar su proyecto y a través del arte, la música, la danza y el teatro, seguir dando ejemplo de amor y reconciliación.
El cantautor antioqueño Juanes fue el otro galardonado de la noche. Por primera vez en 11 años de historia del premio, se hizo entrega de un galardón honorífico al artista por su activismo en la lucha contra la violencia y las minas antipersonal.
Según explicaron los patrocinadores del premio (ONU, EL COLOMBIANO, El Tiempo, Semana, Caracol, Fescol), "con la fundación Mi Sangre, el acompañamiento a los soldados heridos en combate y víctimas de minas, el llamado a la liberación de los secuestrados y los conciertos Paz sin Fronteras, Juanes es el artista que parece más comprometido con los problemas que el conflicto armado genera en Colombia".
Pico y Placa Medellín
viernes
3 y 4
3 y 4