Ojalá me gustara el fútbol

Ojalá me gustara el fútbol | Diego Aristizábal

16 de junio de 2010

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Empiezo por confesar que no me gusta el fútbol, ojalá me gustara. Debo decir que la última vez que vi un partido completo fue en Italia 90 cuando la selección Colombia se enfrentó contra Alemania y empató uno a uno después de que el negrito Rincón le hiciera ese golcito bello a Bodo Illgner dentro de las piernas y pusiera a soñar a los colombianos con la copa mundo.

Ese día lo celebré siendo todavía un niño, ese día fue la última vez que me emocioné con un gol; después, cuando Camerún empezó a hacernos los goles que nos eliminaron del mundial recuerdo que no terminé de ver el partido y desde entonces mis acercamientos hacia este deporte han fallado.

Varias veces he intentado ver partidos que mis amigos, empeñados en hacerme entrar en esta dinámica, me han recomendado (el último que recuerdo fue Barcelona vs Manchester United, el año pasado, quienes disputaron la final de la Champions League) pero nada, me aburrí a los 30 minutos de juego y apagué el televisor.

En este mundial he estado escarbando con paciencia, e incluso en compañía de expertos, la gracia del fútbol con resultados nefastos. Varias veces me he quedado dormido y en el caso de mis amigos les he dicho que hablamos mejor después cuando pase el mundial. Evidentemente el problema es mío, no hay nada de ese deporte que me cause gracia y lo lamento.

En este mundial no tengo ni idea cuáles son los equipos favoritos, me da lo mismo si hablan de Messi, de Ronaldo o de cualquier jugador de una selección coreana o jamaiquina ¿está en el mundial? Para mí todos son iguales, son personas que corren detrás de una pelota mientras miles de espectadores sufren terriblemente.

Por eso me sorprenden tanto esas personas que son capaces de hablar horas y horas de las cosas que pasan en 90 minutos y me maravillan los estudios y las disertaciones que han surgido a lo largo de los años a raíz de este juego del cual yo no puedo decir ni una sola palabra. ¿Cómo harán?

Ojalá algún día pueda disfrutar del fútbol y sienta el deseo de suscribirme a los operadores que transmiten todas las copas del mundo; ojalá algún día vuelva a ser hincha de algún equipo, así sea de la Pony Fútbol, porque siento, en verdad, que me estoy perdiendo de algo importante en la vida.

No sé si sirva de algo pero como este mundial se realiza en Sudáfrica decidí releer a Hemingway, Dinesen, Gide, Kapuscinski? mientras las vuvuzelas aturden a los jugadores. El método ha funcionado, ya no me paro de la silla ni me duermo mientras los partidos pasan y yo me siento cada vez más en territorio africano.

COLETILLA. Como en este país las encuestas sorprenden: en las pasadas elecciones Antanas Mockus y Juan Manuel Santos estaban casi empatados y los lectores vieron cómo cambiaron los marcadores, es muy probable que en esta segunda vuelta se den nuevas sorpresas y lo que muchos creen finiquitado cambie de un momento a otro, como quien dice, es posible que esa ventaja que Santos tiene sobre Mockus en realidad sea al contrario. En este país tan volátil lo mejor es no cantar victoria.