El Atanasio tenía un marco inconfundible: fiesta, color e hinchas. La soledad de algunas tardes y el abandono al que estaba expuesto por la reparación a la cual es sometido, fue cuestión del pasado. Nacional volvió a su casa y la reestrenó con victoria.
Al principio del encuentro el baile lo manejo el Tolima. El equipo de Ibagué, que ha sido el más regular en fútbol durante este año, acechó el arco de Gastón Pezzuti que como siempre respondió de inmejorable manera cuando le tocó intervenir.
Cristian Marrugo fue el más incisivo por el Tolima que generó peligro durante los primeros 15 minutos del encuentro. De allí en adelante, Nacional trató de reponerse y fue así como en una triangulación entre Macnelly Torres, Carlos Rentaría y Dorlan Pabón (17’), este último abrió el marcador para el verde.
El renovado Atanasio Girardot parecía cual quinceañera vestida de gala. La fiesta empezaba a formarse por la primera anotación de “Memin” que, a diferencia de otros partidos, lució colectivo y contundente en sus ataques.
La mentalidad era ganadora. Había una sola premisa y era el triunfo. Aunque el verde en varias líneas de juego no lucía seguro, logró complementarse y salir avante en el primer tiempo.
En la parte complementaria, Nacional de entrada buscó ampliar el marcador por medio de sus delanteros. Dorlan (48’), la figura de la tarde, logró definir de pierna zurda ante Antonny Silva que lució endeble frente a los zapatazos del artillero verde.
No obstante y con el marcador a favor, el equipo que dirige Sachi Escobar tuvo varios errores en la parte trasera y fue en una acción de descuido en la que Wílmer Parra Cadena (52’) definió de pierna zurda ante Pezzuti que esta vez no pudo hacer nada.
La diferencia se reducía y las esperanzas de una buena diferencia para llegar al Murillo Toro se recortaban. Tolima acosó el arco verdolaga y mostró su poder ofensivo, sin embargo no logró vulnerar de nuevo el arco del argentino al servicio de Nacional.
Cuando ya casi expiraba el tiempo, una de las hormigas que siempre se echa el equipo al hombro de manera silenciosa y que se ha convertido en el autor de goles definitivos, Jairo Palomino (86’), asestó un cabezazo certero ante centro de Macnelly y selló el triunfo verde 3-1.
Felicidad verdolaga que ante las dificultades externas y deportivas logró una victoria importante que pone a soñar a la fanaticada con la estrella número once.
Para los pijaos, un sin sabor que se complementó con la expulsión de Cristian Marrugo, bastión definitivo del equipo que dirige Hernán Torres y que no podrá contar con el jugador cartagenero en el próximo juego que será el miércoles en Ibagué.
