En todos los grandes arqueros colombianos, el vallecaucano Miguel Calero, dejó una semilla sembrada con compañerismo, alegría y profesionalismo.
René Higuita, que fue pionero en el estilo de los arqueros shows aseguró que Miguel era un hombre valorado y querido por todo el pueblo colombiano.
"Calero es un ídolo, le dio grandes triunfos a Colombia y al Pachuca. Hay que hacerle un reconocimiento de parte de todos los colombianos", dijo René.
Visiblemente afectados, Faryd Mondragón y Óscar Córdoba, sus eternos compañeros en el arco de la selección Colombia, lamentaron lo qué sucedió con el guardavallas.
"Lo sentimos en el alma como compañeros de Miguel. Me formé con él en el Deportivo Cali, casi desde nacimiento. Siempre tendré presente su buen ánimo, su espectacularidad en el arco y como persona y todo un ejemplo como padre de familia", dijo Córdoba.
Mondragón se unió a ese sentimiento y manifestó que parecía increíble lo sucedido para todos los que lo conocieron. "Es muy fuerte, muy duro. Ahora hay que orar por su familia".
Reveló que en las últimas horas permaneció pendiente de la salud de su amigo, gracias a Carlos Efrén, un primo hermano de Miguel que les informaba sobre la evolución del portero.
La semilla de Calero creció también en las nuevas generaciones y así lo reconoció, desde Francia, el arquero de la Selección Colombia David Ospina.
"Quiero darle una voz de aliento a la familia. Era un gran hombre y merece todos los elogios. Recuerdo que cuando recién me acercaron a la selección lo tuve de compañero en una concentración y me aportó sólo cosas buenas para mi crecimiento".
David cuenta que Miguel era uno de sus ídolos y tenerlo cerca, esa primera vez, le produjo una emoción enorme.
"Sus palabras no se me olvidan, me decía que aprovechara la oportunidad que se me brindaba siendo un arquero tan joven".
Todos estos referentes del fútbol colombiano coincidieron en que Calero era el hombre que le daba la alegría a los grupos de los que hacía parte y que en momentos difíciles aparecía él para dar ánimo y levantar a sus compañeros. Hoy, ellos elevan sus oraciones.
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