Pensar, hacer la pausa, manejar los ritmos del partido, establecer sociedades y pasar bien el balón son cualidades de Macnelly Torres y Javier Araújo.
A los dos les sobra magia, pero les hace falta regularidad. Así como establecen diferencia cuando se inspiran también tienen lagunas y eso les ha generado críticas, más por el lado del verde, por su gran intermitencia.
Con baches y todo son jugadores diferentes y los hombres de confianza de sus técnicos. Santiago Escobar asegura que "Macnelly tiene mucho que ver en el progreso de Nacional por su claridad con la pelota, pases y goles importantes".
De Javier Araújo Alexis se mantiene en que "le da mucha vida a Equidad por ser el socio de todos y manejar las pausas del encuentro".
Ambos admiten que a veces no se notan en los compromisos; sin embargo, confían en que hoy tendrán una actuación especial para que su escuadra se quede con la primera final del año.
Torres, quien nació hace 25 años en Barranquilla y ya fue campeón con Junior y Cúcuta, cree que la "diferencia este sábado estará en los espacios y el manejo del balón; ahí tendremos que ser sólidos y efectivos para remontar el resultado".
Araújo, otro costeño (nacido hace 26 años en Codazzi -Cesar-) y ganador con Once Caldas el rentado de 2003 y la Copa Santander Libertadores de 2004), admite que "esta final no será fácil y la estrella aún está lejos pese a llegar de ganar 2-1 en Bogotá". Igual, piensa que "si nos paramos bien y tenemos el balón podemos ilusionarnos con la primera estrella".
Es cierto que el fútbol es colectivo, pero de la chispa que tengan Macnelly Torres y Javier Araújo depende el título de su club.
Pico y Placa Medellín
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