Que le digan Ana Luisa es extraño. Su nombre real es Lulú. Así le dicen en la casa y la llaman sus amigos.
Unos mechones verdes le adornan el pelo. Ya los había tenido azules y rosados. Pequeña, sonriente. Quizá hasta su voz le es familiar, pues la ha prestado para Discovery Kids, juguetes Hasbro, el Canal Caracol...
Desde pequeña aprendió a moverse en ese mundo y dice que supo cantar antes que a hablar.
No podía ser de otra manera: es hija del director y fotógrafo Gabriel Vieira y de la cantante Luz Mercedes Maya (Tita Maya, le dicen), la creadora de Cantoalegre.
"Desde muy pequeña estuve enfocada por las artes", asegura. Por un lado iba la música y por el otro la imagen, lo audiovisual, los revelados, los estudios...
Pero no se quedó allí. "Sí, crecí cantando en Cantoalegre, en las tablas, con las luces, los micrófonos. Pero más adelante empecé a trabajar en el grupo: diseñar el vestuario de los conciertos, hacer el guión del espectáculo, pensar en la escenografía, los niños, los solistas, más en la producción, el tras bambalinas...".
Algo ya sabe, pues desde los 12 años dicta clases de iniciación musical a los niños del Colegio de Música de Medellín, ha dirigido ya sus propios montajes y sueña con estar frente a las cámaras, pero también con producir detrás de ellas.
La música ya le ha dado bastantes satisfacciones. Pero la más reciente fue participar en el disco Un dos tres por mí y por todos, que Cantoalegre grabó junto con Juanes.
Entonces tuvo la oportunidad no solo de conocerlo, sino también de cantar con él en vivo.
"Fue muy importante para mí, además de una experiencia muy bonita", dice esta amante de la Coca Cola y que pese a lo recorrido, aún anda buscando su lugar en este mundo.
"Ahí tengo muchos encontrones conmigo misma", dice y pasa a explicar en qué sueña desempeñarse.
"Quisiera trabajar de este lado del espectáculo. Pero tengo una sensibilidad grande con lo social. Quisiera trabajar en una ONG, con los niños, contra la guerra (...)".
La veinteañera
Acababa de cumplir 20 años apenas dos días antes de esta entrevista. Pero no los aparenta.
Camina sonriente y saluda a los que trabajan en el estudio de televisión de Eafit, donde cursa el sexto semestre de Comunicación Social. Cuenta que vivió en Madrid, que le encanta París y la fascina Nueva York.
"Por eso es que me gusta más la ciudad que el campo. Soy más urbana, me gustan los sitios poblados, dinámicos. Claro que me atrae el campo, pero para descansar, para renovarme".
Se sienta, cruza manos y pies frente a las cámaras, las de tv y la del fotógrafo. Sabe de este mundo, de las puestas en escena.
"Estoy mirando la posibilidad de hacer un intercambio con una universidad de Argentina", cuenta Lulú, siempre queriendo viajar a aprender y pensando en volver... y en cantar
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