Albert Einstein decía que el supremo arte del profesor es despertar la alegría en expresión creativa y el conocimiento. Y si a eso vamos, en Juanita y Julián, esta regla se cumple a cabalidad.
Ellos han enfocado sus carreras en la educación. Comenzaron sus estudios, de danza y canto, a muy corta edad, con la idea de ser exitosos. Curiosamente, luego de haber ganado premios, de haber salido en televisión y de ser reconocidos por la gente, descubrieron que su realización profesional iba ligada a algo que va más allá de las cámaras de televisión, en la enseñanza.
Julián Garcés y Juanita Delgado son los profesores de los dos realities de música que hay en la televisión actualmente. Yo me llamo quiere encontrar al mejor imitador del país. El Factor XS, por su parte, es uno de las producciones que desentierra a los talentos juveniles, para enseñarles la técnica para cantar y lo grandioso que es el escenario. Ambos programas tienen a sus maestros, aquellos que están detrás de las tablas, haciendo fuerza y apoyando a sus alumnos.
Juanita quería ser Madonna
A los pocos días de haber salido al aire Yo me llamo, el Canal RCN bombardeó a la televisión colombiana con uno de los programas que más sintonía ha tenido, el Factor XS.
En 2005 vimos a una mujer dulce, trabajadora y con una voz impecable, ayudando a los competidores a corregirse. Ella, con esa paciencia que la caracteriza, se fue posicionando en su rol como educadora y ahora es uno de los puntos clave dentro del reality , que ya lleva seis temporadas y que toma talentos musicales para hacerlos reconocidos a los ojos de quienes noche tras noche, siguen las aventuras de los posibles ganadores.
Y Juanita ahí, detrás de ellos, en el equipo de Juan Carlos Coronel, dándoles claves. Algunas veces ha entonado notas y deja al público con ganas de más, de saber más y de escuchar más de esta fabulosa cantante con alma de profesora.
"Cuando era niña quería ser como Madonna. Ese era mi sueño, pero cuando entré a estudiar música me di cuenta que prefería ponerme en el lugar del intérprete, de aquel que no tiene una maquinaria de mercadeo detrás, sino de ese que hace su música con el corazón". En otras palabras, Juanita ama la música independiente y a ella se ha dedicado a lo largo de su vida. La artista ha grabado discos, ha hecho teatro y ahora es maestra, porque esta última faceta es la que más satisfacción le da.
"Me encanta ayudarle a la gente a entender las cosas y más a los niños, que son tan dulces e inocentes", señala ella emocionada. Además, admite que cada uno de sus alumnos le enseña algo diferente. "Dylan me da frescura. Luis me enseña todo acerca del compromiso. Jesús me transmite tranquilidad. Valeria es ternura. Nicolás me recuerda que uno viene a este mundo a disfrutar y Weider me recuerda la importancia de ser buen músico", concluye esta artista que en enero comenzará a grabar un disco, con el que planea recorrer varias ciudades del país. Pero su sueño no se queda ahí, porque lo que Juanita quiere es, a la par que enseña sus canciones, dar para aquellos cuya pasión es la misma suya?la música.
Disciplina en el cuerpo
Este caleño empezó en la danza desde que estaba muy pequeño, en las comparsas de las fiestas de su barrio. Esta disciplina acaparó toda la atención del chico, que apenas empezaba a reconocer lo que quería hacer por el resto de su vida y su decisión fue simple: bailar. Y con ello emprendió su camino.
Se metió a grupos en su ciudad natal, estudió en el conservatorio de ballet, hasta que decidió dar el salto a la capital. Allí estudió danza y tuvo la oportunidad de viajar a Cuba, becado por la Unesco. "Fue la mejor experiencia de mi vida porque pude compartir con personas de diferentes culturas que enriquecieron mi conocimiento", señala el estricto profesor.
Y es que así se le conoce a Julián. En Yo me llamo se le ve serio, tenso y muy disciplinado. Él sostiene que su vida ha estado regida por el orden y la exactitud. "Las cosas buenas requieren trabajo y eso es lo que me apasiona". El proceso ha sido diferente para todos sus alumnos, pero él dice que cada uno de ellos tiene los méritos para estar entre los finalistas de este programa, que pronto llegará a su final (aún no hay fecha definida).
"En Yo me llamo hay gente muy buena, trabajadora y con una convicción muy profunda sobre lo que quiere hacer. Para mí está bien que gane cualquiera, el que Colombia decida, porque con todos hemos tenido discusiones y acercamientos muy particulares", concluye el maestro de los imitadores.
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