Entre las estrategias que diseñó el técnico Luis Fernando Suárez para que los jugadores de Nacional "vuelvan a la realidad" hay un destino definido: la vereda La Ilusión, en San Cristóbal.
Allí está ubicada la sede deportiva del club, en la que de ahora en adelante se realizarán las concentraciones antes de los partidos.
Acostumbrados a los hoteles cinco estrellas, las figuras del equipo verdolaga tendrán un espacio que, a juzgar por las comodidades que ofrece, no es ningún hotel de baja categoría. Al contrario, cualquier persona del común se sentiría plena y halagada allí.
Otro ingrediente, además de las bondades del clima, la altura ya que está a 2.600 metros sobre el nivel del mar, y la tranquilidad que permite, el cuerpo técnico destaca que es un sitio propio y no hay que pedirle permiso a nadie para utilizarlo. Están cansados de mendigar canchas para los entrenamientos, en especial en invierno.
A 30 minutos del centro de la ciudad, por una vía que tiene pequeños problemas en su estructura y que mermó un alto porcentaje la movilidad de vehículos con la construcción del Túnel de Occidente, la sede de San Cristóbal volvió a resurgir.
Jesús Alberto Muñoz, el mayordomo y encargado de mantenerla "titina", recuerda que el entrenador que más jugo le sacó a este sitio fue el argentino Reinaldo Merlo. Suárez, en su anterior etapa, cuando salió campeón con los verdes en 1999, también la utilizaba con regularidad.
Tres canchas, una de ellas con buenas medidas y que permite realizar trabajo de espacios reducidos, se hallan en buen estado. Y para hospedar a los deportistas hay disponibles 15 habitaciones, algunas de ellas con tres y dos camas. Cada una con buen baño y agua caliente disponible todo el tiempo. Inclusive, en tres de ellas hay bañeras.
Dos salas de juegos, otra para ver televisión y un comedor para 45 personas están disponibles en el momento que se requiera.
Un gimnasio, un camerino y hasta una mini capilla hacen parte de este complejo deportivo que Nacional tenía sub utilizado por el plantel profesional.
"Aquí hace menos frío que en Guarne", advierte Jesús Alberto Muñoz mientras muestra orgulloso los corredores adornados por materas con flores de múltiples colores, en los que "se pueden poner hamacas y disfrutar de la naturaleza". Así las cosas, el que puede ser un "castigo" para los jugadores del Atlético Nacional, para otras personas sería el mejor premio en procura de descansar y alejarse del estrés.
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