La oscuridad de la noche, el uso de explosivos y el factor sorpresa fueron los aliados de los guerrilleros del Eln para atacar a un grupo de soldados, matar a 10, dejar heridos a cinco, plagiar a uno más y, por añadidura, propinarle al Ejército el revés militar más doloroso de este año.
El ataque ocurrió en la vereda Presidente, del municipio de Chitagá (Norte de Santander), una zona de fuerte presencia histórica de este grupo guerrillero. La acción insurgente, a juicio de analistas militares como el general retirado de la Policía Jairo Delgado y director de análisis del Instituto de Ciencia Política Hernán Echavarría, es un intento de mostrarse con renovada capacidad militar para presionar un proceso de paz con el Gobierno.
"Es un hecho que el Eln busca la atención del Estado para iniciar diálogos y en la lógica de las guerrillas siempre se ha dado que la antesala de un proceso de paz o su búsqueda coincide con ataques, para mostrarse fuertes y en posición de dialogar", sostiene Delgado.
Y agrega que si bien no hay una recuperación estratégica y militar del Eln, concretar un ataque en el que mueren 10 militares "significa una acción importante de impacto nacional que no se debe subestimar por parte del Gobierno y las Fuerzas Militares".
Este año alias "Gabino", jefe del grupo guerrillero, ha manifestado a través de vídeos y cartas su disposición de iniciar un proceso de paz con el Gobierno.
Ataque a la madrugada
El nuevo ataque que hoy condena el país y llena de luto a 10 familias colombianas por la muerte de un teniente y nueve soldados ocurrió a las dos de la madrugada de ayer.
El grupo de militares de la Quinta Brigada fue atacado, exactamente, cuando acampaba en el sitio el Caguey, en la vereda Presidente, del municipio de Chitagá.
Los "tatucos" (explosivos improvisados) y cilindros bomba lanzados por los insurgentes dejaron sin reacción a la unidad militar y varios de los uniformados murieron víctimas de las explosiones, relataron los soldados sobrevivientes.
El comandante de la Segunda División del Ejército, general Juan Pablo Amaya Kerguelen, confirmó que los 10 militares pertenecían al batallón José Antonio Galán y que vigilaban la zona y una vía en construcción.
El oficial también indicó que el cabo tercero Carlos Fabián Huertas pudo haber sido secuestrado en medio del ataque y era buscado por un contingente de las Fuerzas Especiales del Ejército que emprendió la persecución de los guerrilleros, que se apoderaron de una ametralladora, 16 fusiles y munición. Se atribuyó el hecho al Frente de Guerra Héroes y Mártires, que hace presencia en Arauca y en límites de Boyacá y Norte de Santander. Su cabecilla es alias "Raúl" o "Nacho".
El presidente Juan Manuel Santos, que ha condicionado el diálogo con el Eln a la liberación de secuestrados y muestras de voluntad de paz, lamentó la muerte de los militares y ordenó el despliegue militar en la región para que no quede "sin castigo". El revés militar más grave este año había sido la muerte de siete soldados en febrero en Caquetá, en combates con las Farc.
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