El Polo Democrático Alternativo (PDA) había recogido las banderas de la izquierda e integró, hace poco más de cinco años, la idea de una oposición, firme, consolidada y unida. Muchos dicen ahora que ese impulso se perdió.
Los episodios de corrupción de los que son protagonistas los hermanos Iván y Samuel Moreno, minaron la credibilidad en el partido y la confianza de las bases. Cómo es posible, se pregunta la opinión pública, que el ataque a la corrupción estatal, principio básico de este movimiento opositor, sea hoy la razón por la que varios de sus miembros en la dirección nacional están investigados.
Gustavo Petro, uno de los creadores del PDA hace cinco años, atribuye esta crisis al actuar de un grupo mayoritario en la dirección de esta colectividad. Para el excandidato presidencial, "la mayoría de su dirección extinguió al partido".
"A los partidos que critican al poder se les debe cobrar de manera inusual los hechos de corrupción", dijo Petro, quien añadió que la génesis de la crisis estuvo en la negación de la directiva nacional a "asumir las consecuencias o a prevenir los episodios de corrupción en Bogotá. En ese momento quedó sin autoridad moral para ejercer la oposición política en Colombia".
El excandidato presidencial explicó que la dirección nacional del PDA está conformada, en su mayoría, por amigos de Iván Moreno y de Jorge Enrique Robledo. "El partido tuvo tiempo de salvarse, cuando en octubre le pedimos que suspendiera la militancia a los hermanos Moreno e iniciara un proceso de investigación, pero ya es demasiado tarde".
Al senador Luis Carlos Avellaneda le parece que la crisis en su partido ya no se puede ocultar. "Hay profundas diferencias, que no fueron bien tratadas, respecto al manejo de la oposición y a la forma como se ha actuado frente a las denuncias de corrupción. El partido no puede estar solo denunciando la corrupción de la derecha".
Para Avellaneda, el PDA debió censurar hace mucho tiempo a Samuel Moreno "porque está gobernando a contramarcha de lo que ha sido la propuesta programática y tenemos la obligación ética de enfrentar este tema".
El investigador de ciencia política de la Universidad del Rosario, Yan Basset, considera que el electorado le cobrará al partido en octubre su carta más costosa. Perder la Alcaldía de Bogotá será el precio de una división que, a juicio de Basset, nace desde la creación del movimiento.
"El PDA siempre mostró dos tendencias, no ideológicas sino estratégicas. Una de izquierda radical, que busca un partido consolidado, en donde están Robledo y los hermanos Moreno. Del otro lado está un sector que es más abierto a las alianzas, donde estuvieron Petro, Lucho Garzón y Antonio Navarro", dijo.
Consultado el senador Robledo, afirmó que él no se iba a referir a este tema porque supuestamente no era consultado para otros asuntos.
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