Sus palabras son pensadas, meditadas con el cerebro, pero salen del corazón. Con cabeza fría y pulso sereno, Natalia Sánchez celebra, en tranquilidad, ser la primera medallista mundial en la historia de la arquería nacional.
"Yo sí esperaba una actuación así. Me venía preparando, entrenando fuerte y los resultados iban siendo buenos, iban creciendo a cada momento. No me dije que iba a ganar una medalla, pero que sí iba a hacer las cosas mejor", dijo la antioqueña ayer, tras regresar de un día entero desde Ulsan, Corea del Sur, sede del Mundial de tiro con arco.
Natalia logró colgarse la medalla de bronce en la competencia del arco recurvo, modalidad individual, en un podio compartido con dos surcoreanas, potencias del mundo en este deporte.
Ayer, tras un viaje que las llevó por Seúl, Los Ángeles (11 horas en el aeropuerto) y Bogotá, por fin llegó a su casa, en donde la esperaba su mamá, un ramo de flores y la gente que celebró con ella su hazaña.
"Flecha a flecha iban cantando los resultados, y decían que Natalia iba adelante. Cuando lancé la última y gané el duelo, fue algo demasiado emocionante", recuerda Sánchez Echeverry, quien venció a la polaca Karina Lipiarska por el bronce.
Sicóloga de profesión, al momento de pararse en la línea de competencia tuvo que olvidarse de todo. "Traté de mantenerme tranquila, enfocada en lo que sabía hacer y que eso me diera los resultados", recuerda Natalia, quien sintió a la tribuna de europeos y americanos haciendo fuerza por esta colombiana colada entre las asiáticas. "Fue algo satisfactorio, algo que no sé poner en palabras".
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