Tiene nombre de escritor y ayer subió al podio en Nankín, China, para recibir la primera medalla de Colombia en los segundos Juegos Olímpicos de la Juventud.
Es morocho, longilíneo -mide 1.70-, nació en Palmira hace 17 años y el técnico Jaiber Manjarrés siempre sostuvo que Andrés Mauricio Caicedo lograría el podio en el torneo de pesas de la justa que se cumple en una ciudad china que es un canto al cuidado del medio ambiente.
El moreno Caicedo, tal como se presagiaba por parte del entrenador, se colgó ayer la presea de bronce de la división de los 69 kilos, prueba que tuvo la victoria del búlgaro Dimitrov Andreev, quien levantó 300 kilos en total (133 kilos en arranque y 167 kilos en envión). La segunda casilla fue para el ruso Viacheslav Iarkin, con 294 kilogramos en el total (134 kilos en el arranque y 160 en el envión).
Caicedo, quien consiguió el cupo para ir a China en el torneo celebrado en Lima, Perú, de donde trajo medalla de oro, hizo esta vez un acumulado de 290 kilogramos, tras levantar 132 kilos en arranque y 158 en envión.
"Voy paso a paso para cumplir mis metas, la primera de ellas era ser medallista olímpico juvenil y, a futuro, lograrlo también pero en mayores, y quiero estar en los Juegos Olímpicos de Río-2016", dijo Caicedo con la seguridad que muestra cuando sube a la tarima.
Caicedo, nacido el 15 de agosto de 1997, es considerado por Manjarrés como serio, disciplinado, con potencial; de los que jamás se pierde un entrenamiento y, lo mejor, "sin delirios de grandeza", como lo define el técnico vallecaucano. Esta vez en China, el pesista estuvo asistido por los entrenadores Leonardo Galvis y Oswaldo Pinilla.
"Fue una medalla guerreada, reñida, y eso le da más valor. Comencé perdiendo un primer movimiento por un calambre, pero pude recuperarme y batirme como grande, ante rivales provenientes de países que son potencias mundiales en pesas", anotó en medio del regocijo que produjo en la delegación la conquista del haltero vallecaucano
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