El LatinoAméricaFashion salió de Europa para traer a Colombiamoda ocho colecciones latinas de cuatro diseñadores colombianos y cuatro internacionales.
La séptima versión del LAF contó con uno de sus íconos, la antioqueña Olga Piedrahíta quien selló su cuarta presentación en estas pasarelas inspirada en las bolsas de basura y ambientada con una audio novela entre Frida Kahlo y Kalimán.
El negro sólo le abrió paso en contadas ocasiones a las plumas de animales en azul eléctrico y ocres que adornaban sus zapatos.
Carlos Valenzuela, por su parte, manifestó su emoción por tener en el LAF una oportunidad de expresarse contra el drama del secuestro en Colombia, y para ello se basó en la película La Milagrosa.
Su rigurosa aplicación del color se hizo evidente en degradados y en los grandes estampados de sus diseños masculinos.
Los nuevos opuestos
El recorrido por Colombia llegó al punto más alto de las sensaciones con la propuesta de Camilo Álvarez, un joven diseñador antioqueño que buscó balancear los polos opuestos a partir de un juego de sombras.
Las pirámides ubicadas en la Avenida Oriental de Medellín fueron su inspiración.
La cuota colombiana en el LatinAméricaFashion terminó con Lina Cantillo. Sus prendas básicas masculinas fueron clásicas y sofisticadas.
Grises, blancos, cremas, camel y azules laminados aseguraron la limpieza de la colección elaborada con algodones egipcios y telas inteligentes para asegurar una comodidad absoluta.
2008 marca así un nuevo pasaje en la historia de la moda mundial con "el bautizo" del LAF en Medellín, como lo indicó Pepe Reblet, su director.