En muchas cosas coinciden Itagüí Ditaires y Envigado Fútbol Club: no tienen patrocinio, no cuentan con jugadores importantes, ambos llegaron procedentes de la B, tienen poca afición, y hacen mucho con poco. Sin embrago, sueñan como equipos grandes.
El club naranja suma siete intervenciones en las semifinales del fútbol colombiano luego de 22 años de haber ascendido. Los dorados tienen tres, pero apenas ajustan el quinto semestre en la Liga Postobón-I.
¿De qué sobreviven clubes que escasamente llevan 15.000 hinchas a sus estadios al año?
Tanto Envigado como Itagüí reciben apoyo económico de las administraciones municipales, pero los presidentes Felipe Paniagua y y Fernando Salazar admiten que con esos ingresos no es suficiente.
"Nos toca cuadrar caja con los ingresos por televisión y la venta de derechos deportivos, que es nuestra verdadera razón de ser, porque Envigado es un equipo vendedor", explica Paniagua.
Fernando Salazar acepta que "es complicado sobrevivir con proyectos sociales deportivos exitosos como en Itagüí". Y confía en que "con proceso y trabajo cautivaremos y continuaremos siendo el mejor equipo de Antioquia, pues ajustaremos cuatro clasificaciones a los cuadrangulares".
Para seguir soñando como equipos grandes pese a que son los chicos del departamento, Envigado (que aún puede clasificar a la semifinal de la Liga Postobón) ya debutó en la Copa Suramericana, y en la que, en agosto, se estrenará el Itagüí.
Pico y Placa Medellín
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