BICHOS RAROS

31 de agosto de 2014

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En un mundo de incoherencia los bichos que quieren llamar la atención abundan, todos quieren ser populares sin importar las consecuencias y en el afán de ser distintos aparecen las cuadrillas de seres "diferentes" que se unen para manchar la bendita sociedad y darnos vergüenza.

Atención, siglo XXI y tecnología, tres simples elementos que han dado pautas para que los bichitos más jóvenes se conviertan en plagas de "grillos" y ¿por qué grillos? Simple, así se les conoce a aquellas plagas que inundan las calles. Todos los ven, los critican, les molesta, pero nadie hace nada, así como ante cualquier circunstancia en Colombia, si no nos afecta directamente nadie se involucra.

Siempre andan en manada, sus atuendos son extravagantes, hembras y machos poseen el mismo ridículo corte de cabello que hace que sus cabezas luzcan grandes y deformes, sus jeans son tan ajustados que parecen una segunda piel, las hembras llevan los labios de color rojo intenso y la cara empañetada de maquillaje, son adictos al "face" la red social que ha cobrado auge estos últimos años y aquí es donde viene el problema.

Estos personajes que no superan los 16 años en su ansia de atención han llegado hasta extremos para ser populares, se toman fotos para colgarlas en Facebook, la mayoría de estas en ropa interior o desnudas, provocativas, con mensajes como "busco novio", "quiero sexo", "lo hago rico" y cuando sueltan la tecnología se la pasan de rumba, peleando entre ellos, fumando bareta o sentados en un parque esperando la más mínima oportunidad para jugar a hacer bebés.

Pude empezar con "erase una vez" pero soy nueva generación y la vieja guardia se debe adaptar a nuestros caprichos juveniles. No soy de esas niñas muy damitas delicadas y tiernas que aman las flores y los unicornios, no soporto el sonido del silencio y amo el conflicto y la revolución, puedo decir que ante la sociedad soy uno de esos pocos bichos raros que llaman la atención del mundo y que sobresalen por estar por fuera de lo establecido, pero que se respeta y se hace respetar.

Ser diferente no es drogarse, tener sexo o exhibirse ante millones de extraños solo por un like. Ser un bicho raro es bueno cuando lo que se busca es cambio, la vieja guardia debe ceder, cuando queremos salir adelante y ser reconocidos por nuestro talento y no por nuestro cuerpo.

*Taller de Opinión es un proyecto de El Colombiano, EAFIT, U. de A. y UPB que busca abrir un espacio para la opinión joven. Si quieres participar busca las condiciones en www.ecbloguer.com/tallerdeopinion y envía tu escrito al correo tallerdeopinion@elcolombiano.com.co Las ideas expresadas por los columnistas del Taller de Opinión son libres y de ellas son responsables sus autores. No comprometen el pensamiento editorial de El Colombiano, ni de las universidades e instituciones vinculadas con el proyecto.