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Forjadores | PUBLICADO EL 12 diciembre 2022
La cerámica del Carmen de Viboral es una tradición que empezó en el siglo XIX
La industria de la loza de El Carmen de Viboral es Patrimonio Inmaterial de la Nación.
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La cerámica se convirtió en una forma de identidad, de sustento y de orgullo carmelitano. FOTO Jaime Pérez -
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por Jaime Horacio Arango D.
La tradición de la cerámica en El Carmen de Viboral se remonta al siglo XIX, concretamente al año 1898 de la mano del empresario Eliseo Pareja, que fundó Locería del Carmen, la primera empresa que dio inicio a una tradición y un arte que hoy es reconocido en el mundo entero.
El señor Pareja llegó a este municipio del Oriente antioqueño desde Caldas en el Sur del Aburrá, donde había aprendido de orfebrería y cerámica.
Escogió El Carmen por los abundantes recursos hídricos de la región, necesarios para producir electricidad y por la disponibilidad de arcillas, se cita en el documento del Ministerio de Cultura, a través del que la tradición de la cerámica fue declarada en 2020 como Patrimonio Inmaterial de la Nación.
A partir de ese momento, otros empresarios le apostaron a El Carmen como polo de producción de locería. Detrás de Locería del Carmen llegaron la Nueva Locería del Carmen, Locería Cruz Férrea y Locería Antioqueña, que fueron modelos para la creación de nuevas empresas.
Formación
Tras ese boom de producción, que tuvo su gran auge entre los años 30 y 50, al punto que las piezas que se fabricaban en el municipio copaban el mercado colombiano.
En 1945 se creó la Escuela Nacional de Cerámica Jorge Eliécer Gaitán, academia que dio paso a la formación del actual Instituto Técnico Industrial, que cuenta con talleres de cerámica y hornos para que los jóvenes de la región se formen en el oficio.
Esta iniciativa ha permitido que la tradición pase de generación en generación y no pierdan las raíces del oficio.
Transformación
Al principio, la loza de El Carmen de Viboral era blanca pero lentamente se incorporaron elementos de decoración sencillos, como la aplicación de listas de colores en los bordes o fondos de color, destaca el documento del Ministerio de Cultura.
“En 1970 el artesano Rafael Ángel Betancur Betancur motivó la decoración a mano de vajillas como una forma de darle valor agregado. De esta manera las decoradoras comenzaron a innovar, plasmando en la pintura su mirada de la naturaleza a partir del juego con colores. La loza de El Carmen de Viboral obtuvo su identidad y comenzaron a aparecer jardines donde las flores de varios colores se conjugaron para decorar platos, tazas, cazuelas y otras piezas más”
Aunque detrás del oficio hay algunos hombres, desde hace un par de décadas son las mujeres las encargadas de plasmar las representaciones artísticas.
La actividad empezó a entrar en declive en los años 80 básicamente por la apertura económica y la entrada en masa de productos de este tipo desde el exterior. Afortunadamente desde hace unos años hay un resurgimiento jalonado por las misma comunidades carmelitas, entre ellas la Asociación de Ceramistas Aproloza ( fundada en el año 2013), que quieren perpetuar la tradición de la loza.
Contexto de la Noticia
El distintivo de la loza de El Carmen
La decoración hecha a mano es el elemento diferencial de la tradición cerámica de El Carmen de Viboral. Las figuras más utilizadas son Azul tradicional, Viboral, Mayoral, Carmelina, Cartago, Hortensia azul, Flora, Perla azulina, Agua marina, Florelba, Paisaje, Ramo, Girasol, Saúl, Jardín, Marinera, Primavera, Maíz. Del huerto, Liz, Margarita y Bavaria.
Periodista, apasionado por el cine, la televisión y el fútbol. Egresado de la U. de A, y envigadeño de nacimiento y residencia.
