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En el mundo del automóvil siempre ha habido tendencias que marcan los gustos de los clientes a la hora de decantarse por uno u otro vehículo. Hubo épocas en las que dominaron los convertibles, luego llegaron los grandes sedanes; hubo también espacio para los coupé, las minivan y los modelos de cinco puertas, hasta que recientemente las SUV y Crossovers han reclamado las preferencias del público.
Y dentro de este tipo, ahora las miradas van sobre los que tienen mayor capacidad para alojar pasajeros, pues recurren a dos asientos auxiliares en la zona del baúl para acomodar hasta a siete ocupantes. Una de esas opciones es la Peugeot 5008, buque insignia de la marca francesa en Colombia y que llega al país con dos motorizaciones. EL COLOMBIANO probó la opción con el propulsor Diesel BlueHDi con un desplazamiento de dos litros y una potencia de 150 caballos.
Esta es la segunda generación de la 5008, un modelo que se debitó en el mercado a finales de 2009 pero que en nuestro país se comercializa desde este año. Tiene una vocación familiar y comparte muchos componentes con su hermana menor, la 3008, para cinco pasajeros. Se comercializa en una única versión de equipamiento, denominada Allure, con detalles en cromo para el frontal, luces antiniebla, barras de techo y luces LED de marcha diurna (DRL), entre otras características.
Montada sobre la plataforma común EMP2, característica que la diferencia visualmente de la 3008 es que la carrocería más larga (19.4 cms para 4.6 metros de longitud) con el fin de albergar la tercera fila de asientos y las puertas traseras tienen mayor volumen para facilitar el acceso y salida de esta zona. El portón trasero es vertical.
En el interior nos encontramos con el particular diseño del tablero central, coronado por un cuadro de instrumentos de 12,3 pulgadas denominado i-Cockpit, que se sitúa por encima del volante, que, a propósito, es de dimensiones reducidas, tiene los mandos usuales de telefonía, audio, computador de consumos y distancias, es regulable en altura y profundidad y no es redondo del todo. Tiene levas para hacer los cambios, pero estas no giran solidarias con el volante sino que son fijas y esto dificulta operarlas en curvas, lo cual se torna molesto en modo manual.
Este grupo de instrumentos es digital y tiene tres formas de visualizarlo (Personal, Cuadrantes, Mínimo). La consola central, de sólida presentación, nos muestra una pantalla táctil de 8 pulgadas conectable con sistemas Android y Apple. De allí se opera el asistente de parqueo Visiopark 2, que, si bien representa una buena solución, podría ser más fácil de operar. Encontramos también un útil conjunto de cámaras con visión 360 grados, sistema de recarga inalámbrica de celular y sensores de aproximación
Los mandos de radio y ventilación son operados por una botonería de estilo muy aeronáutico y aspecto metálico, así como la barra de cambios, tipo Joystick, de excelente tacto. En esta consola también se halla el botón de encendido, cuya ubicación me pareció antinatural y la rueda para operar los modos de manejo y comportamiento del carro: Nieve, Arena, Barro, Rocas. También hay un modo Sport, operado por un botón independiente. El freno de mano es eléctrico y hay múltiples espacios para acomodar diversos elementos y dispositivos. La guantera, de 7,5 litros, es iluminada y hay un cajón refrigerado que sirve de apoyabrazos
La calidad de los materiales en cabina es muy buena, casi al nivel de un Premium. Hay una combinación tela/cuero bien presentada en los asientos, en las puertas y en los paneles del tablero con superficies blandas en su mayoría. Todo se percibe bien ensamblado y con una vida útil longeva. El techo panorámico ofrece un área que le proporciona excelente luminosidad a la cabina.
El espacio interior es amplio, los asientos tienen un contorno que afirma bien la espalda y cubre en buena forma. El área para piernas y cabeza atrás es suficiente, hay tres asientos reales gracias al piso plano (con doble fondo), así como el espacio para el equipaje (702 litros con la tercera fila plegada y hasta 1.862 litros con todas las sillas abatidas, incluyendo la del pasajero delantero), pues los asientos son deslizables de manera independiente y los auxiliares de la tercera fila pueden desmontarse para ganar 60 litros extra. En los respaldos de los asientos delanteros hay mesas auxiliares tipo avión y cortinas aislantes de malla para las ventanas traseras. El aire acondicionado es independiente para esta zona.
El sistema para operar la tercera fila es fácil de usar, práctico, aunque el acceso no es tan sencillo y requiere de alguna acrobacia, pero una vez en el interior hay buen espacio para dos adultos hasta de 1.80 metros porque es fácil encontrar una postura llevadera.
En seguridad, hay 6 airbags y anclajes Isofix para sillas infantiles en los asientos posteriores. Además de cinturones de seguridad de tres puntos en los siete puestos
La versión probada lleva el motor BlueHDi 2.0 de 150 caballos alimentados por combustible Diesel. Es un propulsor de última generación, muy silencioso, de bajo consumo y que se administra a través de una caja automática firmada por Aisin y con 6 relaciones que pueden operarse también de manera manual, desde la misma barra o desde las mencionadas levas en el volante. La fuerza se transmite a las ruedas delanteras y los rines son de 18 pulgadas con cauchos en medida 255/55. Este conjunto mueve de manera muy satisfactoria los 1.425 kilos que pesa la camioneta, pues responde de manera efectiva desde las 1.200 revoluciones con un techo máximo de 5.000 vueltas, empujando siempre con decisión y sin gran esfuerzo.
La altura al piso es de 23,6 centímetros, suficiente para transitar por la ciudad y sus imperfecciones, así como en terrenos destapados de no mucha exigencia. Para superficies más quebradas, el Advanced Control Grip puede ser de utilidad.
Si bien en vía asfaltada como debe ser la suspensión se comporta de buenas maneras, cuando hay irregularidades se siente mucho el trabajo de la resortería y se filtra más ruido del deseado a la cabina pues el carro cae muy “seco”. La dirección es suave, obediente, precisa, ofrece mucha seguridad. Un punto en contra es por qué las paletas para hacer los cambios no giran solidarias con el volante.
El consumo promedio, tras 280 kilómetros de manejo por rutas urbanas y carretera, se situó en 46 kilómetros por galón. El precio anunciando para esta versión al momento de escribir esta nota es de $121,9 millones.