<img height="1" width="1" style="display:none" src="https://www.facebook.com/tr?id=378526515676058&amp;ev=PageView&amp;noscript=1">
x
language COL arrow_drop_down

Abrazar más y joder menos, mensaje de Suso

Con una maratón de diez horas en el Pablo Tobón, el comediante le recordó a la ciudad la importancia de abrazar.

  • Personas de diferentes procedencias sociales y estratos económicos participaron en el evento convocado por el humorista antioqueño. FOTO carlos velásquez
    Personas de diferentes procedencias sociales y estratos económicos participaron en el evento convocado por el humorista antioqueño. FOTO carlos velásquez
21 de diciembre de 2022
bookmark

En El retorno del hijo pródigo un hombre de rodillas reposa la cabeza en el vientre de su padre. El padre lo cobija con la elegancia y la ternura con las que abrazan las madres. El cuadro está expuesto en el Museo Hermitage, de San Petesburgo, y fue pintado en 1662 por Rembrandt. La crítica ha reconocido en el trabajo del holandés la maestría en el uso de las sombras y las luces: las pinceladas resaltan el contenido emocional de las historias, el sentimiento. En esa pintura, a pesar de que varios personajes intervienen en la escena, son el padre y el hijo, bañados por una capa de luz, quienes capturan la curiosidad de los espectadores. El mensaje parece muy claro: en un abrazo se unen la generosidad y la limpieza humanas. La certeza de la importancia de los abrazos la han ratificado estudios psicológicos recientes.

Según han descubierto los científicos, un abrazo de más de diez segundos tiene efectos benéficos para la salud mental de las personas. El contacto cálido con los brazos de un ser querido libera en el cerebro oxitocina y endorfinas, sustancias que regulan la cortisona y la adrenalina, las hormonas relacionadas con el estrés. También se abren las compuertas de la serotonina y la dopamina. Por el contrario, el aislamiento social y físico eleva los niveles de soledad y ansiedad en los individuos. Unas de las funciones reconocidas del abrazo es la de reforzar los vínculos, permitiéndole a la persona sentirse parte de un colectivo. Si el sujeto no interactúa amistosamente con otros es muy probable que se produzca algo que los psicólogos llaman “hambre de piel”, y que fue un padecimiento muy visto en los consultorios por los días de las restricciones sanitarias de la covid-19, informa el artículo “¿Cuál es la importancia de los abrazos en pandemia?”, publicado por la Universidad CES.

El profesor universitario y psicólogo clínico Juan Carlos Posada Mejía recuerda el valor terapéutico del abrazo. Habla de las investigaciones que la ciencia ha hecho respecto a la importancia del contacto respetuoso con los niños. “Se descubrió que los bebés, que no son tocados ni acariciados ni abrazados tienen un problema de desarrollo mental”. Por tal motivo, recomienda establecer un ritual de abrazos constantes que nutra la energía y estreche los lazos familiares. “En la medida de lo posible hay que abrasarse mínimo tres veces al día. Un abrazo al levantarse, otro al mediodía y uno más para acostarse”.

Abrazarnos

Los verbos indicados para conjugar a la hora de hablar de los abrazos son los de dar y recibir. Eso lo entendió el comediante antioqueño Dany Alejandro Hoyos, reconocido por darle vida a Suso, el Paspi, un personaje que con su pintoresco vestuario y su picardía verbal se ha granjeado la simpatía de las audiencias. Ayer, el Paspi emprendió la tarea maratónica de abrazar a quien se acercó al escenario del Teatro Pablo Tobón Uribe entre las diez de la mañana y las ocho de la noche.

Hoyos, que además es columnista de EL COLOMBIANO, escribió —en la columna que circula en la edición de este miércoles— sobre la experiencia de abrazar personas de todas las edades, estratos sociales y condiciones de salud. “Un abrazo es la muestra universal del afecto porque para abrazar no necesitamos tener una relación estrecha como en el beso, por ejemplo, pero para besar si hace mucha falta el abrazo. Los besos que no van acompañados del abrazo no son lo mismo, son simples picos”.

El abrazo es la síntesis del encuentro humano, la manifestación palpable de la cercanía y el afecto. No en vano en un instante de inspiración, Charly García escribió en una de sus mejores canciones una estrofa que destila ternura y necesidad.

Dice en Rasguñas las piedras: “Apoyo mis espaldas/y espero que me abraces/ atravesando el muro de mis días”. Otro tanto hizo Roger Waters en la mítica Hey You, del álbum The Wall. El personaje protagónico del disco pretende salir de la soledad que lo encierra en sí mismo y en un momento de dolor dice “Oye, tú/ con la oreja contra la pared/esperando a que alguien llame/ ¿Me tocarías?”. La naturaleza social del espíritu humano hace del abrazo un baño en el reconocimiento del otro y en la empatía

10
segundos es la duración que deben durar los abrazos, según la ciencia.
El empleo que busca está a un clic

Te puede interesar

Las más leídas

Te recomendamos

Utilidad para la vida

Regístrate al newsletter

PROCESANDO TU SOLICITUD