Un dicho muy popular, pero que se adapta a muchos contextos, es el de “menos es más”, pues al momento de crear la hoja de vida es totalmente aplicable.
Mucho se suele decir sobre la extensión ideal que deben tener los currículums. Estudios señalan que los reclutadores suelen dedicar, en promedio, solo entre siete (7) y ocho (8) segundos a la revisión de una hoja de vida, por lo que ser breve y conciso es la clave.
Además, un análisis a más de 12.000 currículums realizado por Cultivated Culture, estimó que la extensión óptima se sitúa entre 475 y 600 palabras (entre una y dos páginas). Sin embargo, el 77 % de los analizados no cumplían con este criterio, lo que sugiere que muchos candidatos podrían estar incluyendo, por lo general, información excesiva.
Para Edna Jobs, influencer colombiana de empleabilidad, no es negociable que este documento posea más de dos hojas de extensión. “Los sistemas de seguimiento de candidatos (ATS), que ayudan en el reclutamiento de candidatos, solo pueden seleccionar hojas de vida con esta extensión”.
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Por ende, recomendó que para los profesionales que tienen una extendida experiencia laboral podrían tomarse las dos páginas para redactarla. Por otro lado, “Los que no tienen experiencia la deben hacer en una sola”, indicó.
Factores que influyen en la extensión de una hoja de vida
La longitud ideal de una hoja de vida puede variar según diversos factores:
Sector o industria: en campos como la academia o la investigación, es común que las hojas de vida sean más extensas debido a la necesidad de incluir publicaciones y proyectos detallados.
Relevancia de la información: es esencial priorizar datos que aporten valor al puesto al que se aspira, evitando detalles redundantes o irrelevantes.
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Consejos para optimizar la longitud de su currículum
Para la experta se debe tener especial cuidado en estos aspectos:
Tener buena redacción y ortografía: esto muestra profesionalismo y credibilidad.
Personalice su hoja de vida para cada oferta laboral: destaque las habilidades y experiencias que se alinean directamente con los requisitos del puesto.
Utilice un formato claro y profesional: facilitar la lectura y permitir que el reclutador identifique rápidamente la información clave.
Incluir métricas y resultados cuantificables: esto demuestra de manera concreta sus logros y el impacto de su labor en anteriores empleos.
Evitar el uso de jerga o términos demasiado técnicos: a menos que sean específicos y relevantes para el puesto, estos dificultan la comprensión de tu perfil.
