Al cierre de la jornada electoral, el ministro de Defensa, Guillermo Botero, enumeró una serie de hechos que alteraron el orden en algunas regiones del país, las cuales fueron atendidas y controladas por la Fuerza Pública.
El funcionario comentó que en el Charco, en Nariño, dos niños jugaron con un balón que contenía explosivos. “Lamentablemente salieron lesionados, fueron trasladados para brindarle la atención necesaria. En Juntas de Tamaná, corregimiento de Nóvita, Chocó, presuntamente el ELN intentó intimidar a funcionarios, pero fue temor de la ciudadanía, porque allí hacía presencia la Fuerza Pública”, señaló en un comunicado.
El texto también hizo referencia a que en la tarde del domingo en San Zenón, Magdalena, fue quemado un material electoral y hubo quema de parte de la Registraduría. Y añadió que en Pijiño del Carmen, aproximadamente a 23 kilómetros de San Zenón, se impidieron las elecciones, pues hubo destrucción de mesas de votación, sin embargo, Botero informó que esa situación fue controlada.
El ministro agregó que en Santa Cecilia de Astrea, Cesar, fueron quemadas dos mesas, que tenían un potencial electoral de 400 votos. En Santana, Boyacá, hubo un enfrentamiento entre partidarios de los electores, por lo que tuvo que entrar en acción el Escuadrón Móvil Antidisturbios.
Dentro de las cifras que destacó el titular de la cartera de Defensa, en lo que tiene que ver con actuaciones de la Fuerza Pública, se mencionó que hubo 154 capturas por diferentes hechos, 25 de ellas por delitos electorales; se tomaron 2.477 medidas correctivas por situaciones como porte de armas, objetos cortopunzantes y consumo bebidas embriagantes; y se revisaron, de manera preventiva, 6.697 establecimientos que estaban abiertos al público.
En Barrancominas, Guiania, se realizó la explosión controlada de dos artefactos que iban contra la base militar, y en la Macarena, Meta, vereda La Catalina, se activó un artefacto explosivo improvisado, al paso de unos soldados, hecho en el que dos militares resultaron lesionados.
Por último, en lo que concierne a delitos electorales, Botero indicó que hubo 7.786 quejas que fueron tramitadas en el Ministerio del Interior, 385 de ellas, en la Policía Nacional. Las conductas más denunciadas fueron intervención en política por parte de servidores públicos.
Botero concluyó indicando que “en la semana previa a las elecciones habíamos tenido alerta sobre 21 planes posibles para atacar la jornada electoral, afortunadamente y gracias a la prevención que tomó la Fuerza Pública, no ocurrió nada y estos fueron debidamente controlados”.
Durante la jornada electoral no hubo atentados, ni lesiones a ninguno de los 117.800 candidatos inscritos.
