Las historias detrás de las 23 medallas de Colombia en los Paralímpicos

Colombia suma 23 medallas en los Paralímpicos de Tokio: tres oros, siete platas y trece bronces.

Medallistas colombianos en los Juegos Paralímpicos de Tokio, ejemplos de disciplina y lucha incansable.

Nelson Crispín Corzo

Luz Élida Molina Marín

04 de septiembre de 2021

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Por Luz élida molina marín

Que no puedes, que es muy difícil, que no lo vas a lograr... Después de escuchar por muchos años esas “sentencias” de propios y extraños en la calle, los deportistas paralímpicos colombianos levantan la frente y le entregan felicidad y orgullo a todo el país.

Nelson, José Gregorio, Carlos Daniel, Yesenia, Laura, Sara y otros integrantes de la delegación en Japón, fieles a su espíritu resiliente, subieron 23 veces al podio (pendientes de la jornada de este sábado) y allí, vestidos con el uniforme tricolor, recibieron la recompensa al esfuerzo de gran parte de sus vidas y, en especial, de los últimos cinco años.

Detrás de esas medallas, que costaron sudor, esfuerzo y lágrimas, hay historias dignas de conocer y valorar. “Nos sentimos muy felices y satisfechos de lo que hemos logrado, porque a pesar de vivir meses duros por la pandemia, logramos prepararnos. Estos triunfos son para nuestra familia, amigos, entrenadores y todos los que siempre están ahí para apoyarnos”, expresa la lanzadora antioqueña Yesenia Restrepo, bronce en el lanzamiento de disco

Mayerly Buitrago
Esta santandereana, madre de dos hijos, se ganaba la vida como zapatera. Y fue su sobrino Carlos Serrano (múltiple medallista olímpico) quien le insistió para que fuera deportista. Intentó en natación, pero fue en el atletismo donde se consagró.

Mauricio Valencia
Este lanzador, diagnosticado con diplejia por hipoxia al nacer (las piernas no recibieron suficiente oxígeno) nació en Villavicencio, pero desde hace 12 años se radicó en Cali. Tiene un hijo llamado Máximo.

Juan José Betancour
En Funza, Cundinamarca, vive este corredor de 22 años que tiene parálisis cerebral. Descubierto y apoyado por la Fundación Esteban Chaves.

Darian Faisury Jiménez
Descubierta por el entrenador Alonso Mina, quien se dio cuenta de su increíble potencial cuando disputaba los Intercolegiados. Esta vallecaucana (21 años) llegó a sus primeras justas Paralímpicas y ganó dos medallas: Plata en los 100 metros y bronce en los 400 metros.

Laura González
Ajusta 14 años en el deporte paralímpico en la especialidad de natación. Su padre, sus hermanos y su mamá, ya fallecida, son los principales motores de esta joven nacida en Villavicencio, Meta.

Fabio Torres
Este nariñense criado en Cali perdió su pierna derecha en 2008 tras pisar una mina antipersonal y luego de trabajo psicológico durante 9 meses volvió a vivir gracias al deporte. Probó en natación, voleibol sentado y atletismo, hasta que llegó a las pesas. Es doble medallista mundial dorado de powerlifting y también registra una plata. Tiene seis hijos y es devoto de la Virgen de Las Lajas .

Moisés Fuentes García
Sus primeros Juegos fueron en Sidney 2000, en Atenas subió al quinto lugar y en Beijing 2008 ganó un bronce. Suma dos platas y dos bronces. Un disparo afectó su médula y quedó parapléjico, en 2003 se graduó como contador.

Diego Fernando Meneses
Llegó al deporte a los 12 años y aunque jugaba baloncesto, el entrenador Alonso Mina lo motivó para incursionar en el atletismo (lanzamientos). Tiene el apoyo de su familia, esposa y su hijo Jacob de un año y 3 meses.

Luis Fernando Lucumí
Natural de Villa Rica, Cauca, llegó al atletismo paralímpico de campo desde el 2016. Nació de seis meses y los médicos lo diagnosticaron parálisis cerebral. Aunque tuvo que abandonar a su familia y su ciudad para un mejor futuro, nunca desistió.

Yesenia Restrepo
A los 16 años y tras un fuerte dolor de cabeza los médicos le diagnosticaron muerte de los nervios ópticos. Dos años más tarde se radicó en Itagüí donde empezó su rehabilitación. Está casada con Joe González, un deportista paralímpico que la motivó para iniciar su carrera deportiva y su principal motivación es su hija Estefanía.

Jean Carlos Mina
Nació en Puerto Tejada, Cauca, y a los 3 años su mamá lo llevó al médico al notar algo extraño en sus ojos. En ese momento descubrieron que tenía astigmatismo y miopía degenerativa. La enfermedad no ha sido impedimento para que sea un atleta laureado. Sus tiempos libres los dedica al canto y al baile. Debutó en Tokio y ganó bronce en los 100 m, premio dedicado a su mamá que falleció al otro día de su logro.

Diego Germán Dueñas
El bogotano ha tenido una carrera llena de éxitos y eso lo llevó a ser el número uno del ranquin mundial de la UCI en paracycling en 2011.
Fue patinador convencional y compitió, pero una caída en uno de los entrenamientos le ocasionó una lesión en el nervio ciático, lo que le restó movilidad en el tobillo izquierdo.

Angie Lizeth Pabón
Esta caleña perdió la visión en un accidente de tránsito en 2013. Llegó al paratletismo hace solo tres años, tras la insistencia de una de sus terapeutas, y el respaldo de su madre Nora Elena Mamian, sus hermanos Brayan, Manuel Mamian y su esposo Jonathan Hidalgo.

Carlos Daniel Serrano
En sus años de colegio sufrió con el “bullying” que le hacían sus compañeros. El múltiple medallista paralímpico fue diagnosticado con hipocondroplasia (enfermedad de los huesos caracterizada por una estatura muy baja y desproporcionada).

Pero fue su papá Jairo Serrano Díaz, quien lo animó para practicar un deporte y defenderse de las burlas. Luego su mamá, Sandra Milena lo llevó a un curso vacacional cuando tenía 14 años. Suma 2 oros, 2 platas y 3 bronces en el historial.

José Gregorio Lemos
Ajusta solo tres años entrenando en el paralímpismo. Antes lo hacía con los convencionales hasta que sus entrenadores descubrieron que no caminaba bien y tras varios exámenes le detectaron un tipo de parálisis cerebral. Desde entonces ha ganado en todos los torneos en que ha competido en lanzamiento, salto y 100 metros.

Nelson Crispín Corzo
Le tenía miedo al agua cuando acompañaba a su hermano a entrenar. Allí conoció al entrenador William David Jiménez, quien lo motivó para lanzarse a la piscina e iniciar su camino en el paralímpismo.

Diagnosticado con acondroplasia (el tipo más común de enanismo con miembros más cortos de lo normal), inició por curiosidad. Pero de a poco el miedo se transformó en gusto y amor por el agua.

El santandereano, que ha reconocido a Moises Fuentes como su referente, con dedicación y constancia empezó a dominar los estilos de la natación (espalda, pecho, mariposa y libre) y en poco tiempo se consolidó. “Con las técnicas que me enseñó el profesor, perfeccioné todos los estilos y me concentré más en el entrenamiento”, relata este hombre de 29 años, 1,35 metros de estatura, próximo a graduarse de Cultura Física en la Universidad Santo Tomás y con deseos de ser entrenador.

Tras 16 años en el deporte, en Tokio recogió la cosecha de un oro, dos platas y un bronce, para encabezar la lista de ganadores de la delegación. En Río había reclamado tres platas, le faltaba la presea doradas que hoy porta en su pecho y que le dedicó “a todo Colombia”.