Es una mujer de acero. Ningún obstáculo ha logrado detenerla. Por el contrario, los momentos difíciles la han impulsado para ser mejor. Las situaciones dolorosas que ha superado en la vida le han dado una determinación que impresiona.
Por eso tanta seguridad al hablar, que es el motivo por el cual Susana Torres se ha convertido en una deportista exitosa, reconocida. También por tal firmeza es que es una emprendedora fructífera que, a los 31 años, logró lo que pocos consiguen: vivir del deporte.
“El deporte me salvó de una crisis existencial, me alejó de sentir la ausencia de mis papás cuando murieron. Esto se volvió mi terapia, mi compañía y espero que lo siga siendo porque es la herencia que me dejaron mis padres”.
Un deporte complicado
Practicar trilatón es difícil. Esta es una actividad que no solo requiere destreza física sino fortaleza mental. En ella se mezclan las tres disciplinas deportivas de resistencia más exigentes del mundo. Por eso la cabeza es la que da la orden de seguir cuando el cuerpo clama por detenerse mientras nada casi dos kilómetros en aguas abiertas, recorre 90 en bicicleta en circuitos desgastantes y completa una media maratón.
Todo el mismo día. Una tras la otra, lo más rápido posible porque cada segundo cuenta. Esa odisea en poco más de cinco horas para recibir una medalla que certifica que la persona terminó un triatlón de media distancia.
Pero siempre hay algo más que motiva. El deseo de superación, la satisfacción de sentir que se hizo algo que parecía imposible, que pocas personas logran, que solo unos cuantos se disponen a hacer.
Por lo menos esa fue la experiencia de Torres mientras participaba en el Ironman 70.3 de Panamá que se corrió el pasado 25 de febrero en la capital del país canalero y en el que la antioqueña completó el recorrido en 5 horas y 19 minutos. Con eso bajó su mejor registro en esa prueba, que había sido de 5h:43 en abril de 2023 en la edición de Perú.
“Cuando la mayoría de gente se mete en este deporte lo hace porque quiere completar un ironman, que es la franquicia más antigua del mundo y gracias a la que nació el triatlón. Ser una mujer u hombre de acero es algo que lleva a lograr algo que motiva. Este es un deportes muy complejo, que requiere pasión, y se vuelve en un estilo de vida”, comentó Juan José Cadavid, triatleta antioqueño que ha estado en las Selecciones Antioquia juvenil, ha logrado tener varios títulos a nivel nacional y ahora es líder metodológico en Threshold Experts, la empresa líder en entrenamiento virtual para deportistas élite en el mundo.
¿Cómo nace un triatleta?
Dicen que un triatleta nace por dos motivos: una decepción amorosa o luego de haber sufrido una lesión. Este último fue el caso de Susana Torres, quien empezó a participar en competencias de triatlón en 2019.
Para entonces ya llevaba más de tres años corriendo. Empezó a hacerlo en Estados Unidos en 2016, cuando se fue a aventurar antes de graduarse de comunicadora en la Universidad de Medellín, y la mamá de una familia india que la acogió en California la motivó para hacerlo.
También montaba bicicleta y llevaba cerca de un año practicando natación, buscando recuperarse de una lesión que sufrió mientras corría la Media Maratón de Bogotá de 2018, en la que se inscribió cumpliendo el deseo que le manifestó su padre antes de morir de que su sueño era que estuviera en esa competencia.
“Me costó mucho recuperarme. Yo no solo estaba lesionada físicamente, sino también en lo emocional porque me encerré en el duelo por mi papá. Quería darle estabilidad a mi mamá y mi hermano. Por eso me demoré tanto”.
La primera carrera en la que Torres participó fue en la distancia conocida como sprint, que consiste en nadar 750 metros, pedalear 20 kilómetros y correr cinco. Después subió a la categoría standar, cuyas distancias son 1.5 km nadando, 40 en bicicleta y 10 trotando. Esa es la que se corre en los Juegos Olímpicos. También en eventos como el triatlón de Guatapé, en el que cada año se reúnen cerca de 3.000 corredores.
Torres ya acumula 4 ironman 70.3. Dice que aún no ha pensado en correr uno completo, que son 3.800 metros nadando, 180 kilómetros en bicicleta, que es casi como ir desde Medellín hasta Manizales, y correr 42, una maratón. Para completar le dan hasta 18 horas a los atletas.
El boom de los triatletas
Después de la pandemia, Medellín ha vivido un boom de triatletas. En este momento hay por lo menos unos 1.200 deportistas que entrenan esta prueba de manera constante. Algunos entrenan en los cerca de 15 clubes especializados en esta práctica en la ciudad, que hacen parte de la Liga Antioqueña de Triatlón.
Otros, como Susana, que tiene una empresa de comunicaciones llamada ComunicaTorres, con la que trabaja en la organización de las carreras más importantes del país, entrenan de forma remota.
Ellos reciben en sus relojes inteligentes los recorridos que tienen que hacer en cada una de las disciplinas. Después, los entrenadores les hacen retroalimentación para corregir. La preparación para una carrera como el Iron Man 70.3 requiere de 4 meses de entrenamiento constante. Ahora, Susana se prepara para participar en la Maratón de Nueva York en noviembre. Esta será su primera vez en esta distancia. En ella demostrará que es una mujer de acero.