Un 21 de junio de 2010, el All England Club sentía la tensión porque un tal Alejandro Falla tenía contra las cuerdas a Roger Federer, en la primera ronda de Wimbledon, la cita favorita del histórico suizo.
El tenista caleño había ganado sus dos primeros sets por 5-7 y 4-6, y sacaba para 5-4 en el cuarto. No obstante, la emoción del momento, y los nervios, lo hicieron fallar y fue cuando el mejor de la historia le volteó el encuentro. 6-4, 7-6(1), 6-0, últimos episodios.
Ese es es el recuerdo más memorable de las raquetas criollas -en la rama individual- en el mítico césped londinense, junto con las dos clasificaciones a tercera ronda de Santiago Giraldo (2015 y 2016), quien, a propósito, quedó por fuera del cuadro clasificatorio.
Ahora, una nómina de seis colombianos, más dos que podrían sumarse desde la qualy (Mariana Duque y Alejandro González), buscarán superar un torneo que, por lo general, resulta difícil para los suramericanos por la superficie.
Juan Sebastián Cabal y Robert Farah (el jefe de prensa de Colsanitas confirmó su presencia), en el cuadro principal de los dobles; Emiliana Arango, María Camila Osorio y Nicolás Mejía, en júnior; y Sergio Hernández, que remará desde la qualy en los menores, son los representantes cafeteros en el tercer Grand Slam.
Al que le trae mejores recuerdos de esta avanzada es a Robert Farah, quien el año pasado, junto a la alemana Anna Lena Groenefeld en dobles mixtos, salió subcampeón.
“El tenis te da revanchas y voy por un desquite. La de hoy fue al menos una bella final y estoy contento de poder ser parte de esto”, había expresado, a la AFP, el vallecaucano de 30 años, luego del subtítulo en el pasado Roland Garros, también en el mixtos.
En los jóvenes hay mayor ilusión por lo que puedan lograr Emiliana y María Camila, quienes en el pasado Grand Slam de Francia dejaron buena imagen. Ellas esperan responder a esas expectativas