En medio de los triunfos y reconocimientos a los deportistas de los Paralímpicos de París 2024 se ha vuelto viral la historia de la estadounidense de origen ucraniano Oksana Masters, quien logró dos oros en ciclismo durante la competencia, que le suman en total 19 medallas paralímpicas que ha obtenido a lo largo de su carrera.
En los Paralímpicos de París de este año Masters ganó el oro en la carrera de ciclismo en ruta H5 un día después de llevarse también el oro en la contrarreloj. La deportista, que compite con una bicicleta de mano en la categoría de parapléjicos o amputados (H5), es una de las grandes figuras de los paralímpicos y participó en la ceremonia de apertura en la Plaza de la Concordia en París el 28 de agosto.
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La trayectoria deportiva de esta mujer ha estado llena de triunfos, pese a las múltiples situaciones que ha enfrentado en su vida. Su talento es admirado. Hizo doblete en ciclismo en Tokio hace tres años y en los Juegos de Invierno de Pekín-2022 ganó dos oros y una plata en biatlón.
“No pensé que fuera posible el estar aquí y con mi prometido presente”, declaró al acabar una de las carreras de este 2024. “Los gritos que escuché a la llegada de meta por mi victoria casi me dejan sorda”, añadió la deportista, que no olvida sus raíces. “Voy a donar las ganancias de mis premios a un orfanato en Ucrania; cuando tienes una motivación tan grande detrás, nada puede hacerte daño”, subrayó también.
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Es originaria de Ucrania, nació en 1989 a unos cientos de kilómetros de la central nuclear de Chernóbil, donde tres años antes se produjo la catástrofe nuclear. Probablemente afectada por la radiación, Oksana Masters nació con varias malformaciones como defectos en los dedos de las manos y los pies, sin tibias y con una pierna más corta que la otra. Unos años más tarde le tuvieron que amputar las dos piernas.
Apenas siendo una recién nacida, Masters fue abandonada, “ya que sus malformaciones requerían de mucha atención médica”, explica la atleta en su página web, donde relató también que pasó sus primeros 7 años en diferentes orfanatos en los que sufrió violencia y abusos antes de ser adoptada por la estadounidense Gay Masters, que salvó su vida y se la llevó al país norteamericano a vivir.
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“Tengo la suerte de estar en el equipo de Estados Unidos y de tener el respaldo del equipo ucraniano”, dijo en medio de las recientes competencias. Con sus 19 medallas paralímpicas ganadas en cuatro deportes diferentes entre deportes de invierno y de verano, esta mujer es ya considerada una leyenda del paradeporte.
Su trayectoria deportiva
Comenzó con el remo siendo joven y ganó en los Juegos Paralímpicos de Londres-2012 una medalla de bronce. Después, encadenó juegos de invierno y de verano y ganó los títulos en ski de fondo (Pyeongchang 2018), en ciclismo en los Paralímpicos de Tokio-2020 y consiguió los dos oros y una plata en biatlón en los Juegos de Invierno de Pekín en 2022.
En China, compitió tan solo unos días después de la invasión rusa de Ucrania. Ganadora en el sprint (sentada), dedicó su medalla “tanto al equipo de Estados Unidos como al de Ucrania”.
“Estoy muy orgullosa de ser ucraniana. Todo lo que aprendí como atleta, resiliencia, lucha y trabajo duro, lo aprendí de Ucrania”, declaró por su lado durante los Juegos de este 2024.
Un discurso que nunca ha cambiado, ella misma admite que también la animan los atletas ucranianos y habló de su mirada al conflicto entre Ucrania y Rusia. “Los ataques que suceden en Rusia ahora son tan fuertes”, denunció en abril en una comparecencia ante la prensa de la delegación estadounidense paralímpica.
En su perfil en Instagram se pueden ver sus dos banderas: la de su país de adopción y la de su lugar de origen, donde ella pasó sus primeros años que fueron muy difíciles. Asimismo, ha dicho que espera reencontrarse con su familia biológica. Volvió a Ucrania por primera vez en 2015.
