Cuando restan solo dos fechas para definirse los ocho equipos clasificados a los cuadrangulares semifinales de la Liga Betplay-2 2024, la tensión aumenta. En juego hay muchos intereses deportivos y económicos que hacen que afloren con fuerza las críticas y suspicacias en contra de los arbitrajes y el manejo del VAR.
Quedar por fuera de la fiesta de fin de año implica pérdidas por concepto de taquillas para 12 elencos, aparte de que se acaban sus esperanzas de alcanzar cupos para las copas Libertadores y Sudamericana de 2025. Y ni qué decir de los clubes que luchan por no descender a la Primera B.
No en vano los últimos escándalos y fuertes declaraciones como las expresadas por el entrenador del Bucaramanga, el venezolano Rafael Dudamel, y una de las figuras del plantel, Fabián Sambueza, tras el empate 1-1 ante Chicó en Tunja, donde supuestamente fueron perjudicados.
Después emitir sus conceptos, ambos fueron sancionados por la Comisión Disciplinaria de la Dimayor, a la que podrán apelar: Dudamel con una suspensión de un mes y 15 quince días para ejercer cualquier actividad deportiva y/o administrativa relacionada con el fútbol, y multa de $32,5 millones. Y Sambueza, 5 fechas sin poder jugar y multa de $22,1 millones.
“Han atentado contra nuestra carrera, contra nuestras familias, contra la inversión de los dueños de equipo. No se trata del dueño del Bucaramanga, de los jugadores o del cuerpo técnico. Hoy han atentado contra la moral, contra la dignidad, contra los valores de todo el fútbol colombiano”, manifestó Dudamel en rueda de prensa.
Sambueza publicó en Instagram: “Un árbitro se puede equivocar porque es un ser humano, pero los burros del VAR no, nadie los presiona y están sentados mirando las pantallas. No sé qué es peor, si estos brutos o los que le enseñaron a manejarlo e interpretarlo. Hoy nos eliminó la parte oscura del fútbol, la que nadie investiga”.