Napoli de Italia está a una victoria de ser el campeón de la Serie A después de 33 años

El equipo Gli Azurri recibe este domingo en el Diego Armando Maradona al Salernitana y podría festejar el Scudetto ante su gente.

Napoli no queda campeón de Liga italiana desde la temporada 1989-1990. FOTO AFP

Nápoles es un volcán a punto de entrar en erupción: Victor Osimhen y sus compañeros pueden asegurar matemáticamente el domingo el tercer ‘Scudetto’ de su club de fútbol, más de tres décadas después de los dos primeros títulos ligueros ofrecidos por el ídolo Maradona.

El Nápoles se proclamará campeón matemáticamente en la liga italiana si derrota a la Salernitana en el derbi de Campania (8:00 a.m.) y la Lazio -segunda a 17 puntos- no hace lo mismo contra el Inter de Milán en San Siro (5:30 a.m.).

Luego de la victoria contra la Juventus (1-0) el domingo en Turín, nuevo paso hacia un ‘Scudetto’ para el que son los grandes favoritos desde hace meses en esta temporada casi perfecta, el entrenador Luciano Spalletti había pedido esperar todavía “un poco” antes de “destapar los corchos y los corazones”.

Pero el recibimiento que depararon miles de tifosi aquella misma noche a los jugadores tenía tintes de título: banderas y cánticos en el aeropuerto, y decenas de motos escoltando el autobús del equipo.

En las callejuelas centro como en los ‘barrios españoles’ donde luce el célebre fresco de Maradona o en torno al estadio que lleva el nombre del ídolo argentino desde su muerte en noviembre de 2020, desde hace semanas ondean banderas con el lema ‘campeones de Italia’ con la cifra 3 por tratarse del tercer entorchado liguero.

Récord a batir

Todo está preparado para una erupción desbordante de felicidad el domingo. Las autoridades optaron por retrasar 24 horas el partido, previsto inicialmente para el sábado, para canalizar mejor la alegría tan esperada por esos aficionados impacientes.

En caso de no quedar sellado el título el domingo, aún habrá que esperar unos días para ver al Nápoles campeón, bien hasta el jueves en el desplazamiento a Udine, o el 7 de mayo en casa contra la Fiorentina.

Pero si los planetas de alineasen el domingo, el club del sur de Italia se convertirá en el primero a asegurarse el Scudetto a seis fechas para la conclusión del campeonato.

Mejoraría así a los cuatro clubes proclamados campeones con cinco fechas de adelanto: la Juventus (2019), el Inter Milán (2007), la Fiorentina (1956) y el Torino (1948).

El productor de cine Aurelio De Laurentiis, que tomó el mando del club en 2004 en tercera división, llevará presumiblemente al sur de Italia un título que durante los últimos 22 años ha estado monopolizado por tres clubes del norte: la Juve, el Inter Milan y el AC Milan.

El título sólo ha escapado en ocho ocasiones de las manos de clubes del norte en la centenaria historia del campeonato.

El equipo de Luciano Spalletti, liderado por sus estrellas Victor Osimhen y Khvicha Kvaratskhelia, puede así tomar el testigo de la generación Maradona, campeona de dos títulos ligueros, pero también de una Copa de Italia (1987) y de una Copa de la UEFA (1989).

Vesubio bajo vigilancia

“Es una pena que él no esté con nosotros” para ver esto, lamentaba hace unos días para a AFP el exvolante brasileño Alemao, de 61 años, miembro del equipo campeón hace 33 años, el 19 de abril de 1990.

Eljif Emas, como todos los jugadores del Nápoles, vive con ansiedad los días previos a que despierte el volcán: “No puedo imaginar lo que pasará en la ciudad”, confesó para la Radio Kiss Kiss.

“Pero por el momento sólo importa la Salernitana. Será un rival difícil, nadie tiene ganas de ver a un equipo ganando el ‘scudetto’ contra él”, añadió el volante macedonio.

El presidente de la Salernitana, Danilo Iervolino, aseguró en Gazzetta dello Sport que su equipo (14º), invicto desde hace ocho partidos, no será “un mero figurante”.

La eventual erupción dominical deberá sin embargo evitar los excesos: la autoridad del Parque Nacional del Vesubio, el célebre volcán que preside la bahía de la ciudad, pidió a los aficionados que renuncien a su proyecto, real o no, de celebrar el eventual título encendiendo bengalas en lo alto del cráter volcánico.