El Nápoles se proclamó campeón del fútbol de Italia por cuarta vez en su historia, gracias a su victoria 2-0 sobre el Cagliari, este viernes en la 38ª y última jornada de la Serie A.
Este ‘Scudetto’ se une a los tres conseguidos por el club napolitano en 1987, 1990 y 2023. Los dos primeros fueron en la recordada ‘era Maradona’ del equipo italiano.
El Nápoles termina la temporada con un punto de ventaja sobre el segundo, el Inter de Milán, que era el defensor del título y que apuró hasta el final sus opciones, ya que ganó por 2-0 en campo del Como en horario simultáneo.
El Inter no tendrá mucho tiempo para lamentarse ya que el sábado 31 de mayo tiene la final más deseada, la de la Liga de Campeones europea, donde se enfrentará al París Saint-Germain en Múnich.
El Nápoles dependía de sí mismo para ser campeón este viernes y no falló, con una victoria que le permite ganar el título dos años después. Entre medias tuvo una temporada 2023-2024 catastrófica, en la que solo pudo ser décimo, a 41 puntos del campeón.
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La victoria del Nápoles en el estadio Diego Maradona empezó a encarrilarse con un gol de tijera del escocés Scott McTominay (minuto 42) y con un soberbio tanto del belga Romelu Lukaku (51’).
El 2-0 permitió una segunda parte relativamente tranquila para el Nápoles e hizo inútiles los esfuerzos de un Inter que simultáneamente estaba venciendo por idéntico resultado en Como, con las dianas de Stefan De Vrij (20’) y del argentino Joaquín Correa (51’).
Desde el tanto de De Vrij hasta el de McTominay, el Inter fue durante 22 minutos virtualmente campeón, pero el Nápoles corrigió la situación a tiempo. El cuarto título nacional del equipo del sur de Italia fue festejado a lo grande desde el pitazo final por una ciudad volcada con su equipo y que estaba engalanada con sus colores en los últimos días.
El Nápoles ha sustentado su título en una defensa férrea, la mejor de esta Serie A, algo que compensó su balance ofensivo, ya que fue únicamente el quinto mejor ataque del campeonato italiano. La regularidad del club ha sido determinante: desde la 4ª jornada se mantuvieron primeros o segundos en la clasificación.
El salto de calidad del club respecto a la temporada pasada tiene sobre todo un nombre propio: Antonio Conte, el entrenador que estuvo suspendido en el partido de esta última jornada.
Llegó al principio de la temporada para construir un equipo campeón y remodeló el plantel, haciendo venir a McTominay y a Lukaku, este último su atacante de confianza, que había pasado las últimas campañas en préstamo en el Inter y la Roma.
Abandonó el club el nigeriano Victor Osimhen, clave en el título de la 2022-2023. Se le cedió al Galatasaray turco. Conte aplicó su receta habitual de condición física irreprochable, rigor defensivo y disciplina táctica. La temporada comenzó para el Nápoles con una derrota contundente (3-0) en Verona, pero poco a poco todo fue funcionando.
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Ni siquiera la marcha de Khvicha Kvaratskhelia en el mercado de enero rumbo al París Saint-Germain terminó pasando factura al equipo, a pesar de que no fue reemplazado por otra figura.
El Nápoles estuvo además centrado al 100% en la Serie A, ya que Conte ‘tiró’ la Copa de Italia alineando un equipo de suplentes en unos octavos de final que perdió ante la Lazio. Una situación que contrastó con la del Inter, vivo en todas las competiciones pero que perdió la final de la ‘Coppa’ ante el Milan y ahora se queda con otro subcampeonato en la Serie A.
