Desde que Mario Alberto Yepes dejó la Selección Colombia tras el Mundial de 2014, la enorme responsabilidad de portar la cintilla de capitán de la Selección de mayores quedó huérfana y sin un sucesor concreto.
“La capitanía es un derecho ganado. Nosotros perdimos un líder en el equipo, a Mario Yepes, a quien siempre le voy a reconocer su liderazgo y esfuerzos para ser un gran capitán y sus gestos para entender el futuro de Colombia”, señaló el seleccionador José Pekerman antes de afrontar la Copa América de Chile.
Desde ese momento, el brazalete ha pasado de mano en mano, sin encontrar un propietario digno de la tarea.
Durante las dos copas América y la Eliminatoria al Mundial de Rusia 2018, varios han sido los encargados de liderar a la tricolor: Fredy Guarín (Shanghái Shenhua), Camilo Zúñiga (Watford Football Club), Carlos Sánchez (Fiorentina), David Ospina (Arsenal), James Rodríguez (Real Madrid) y Falcao García (Mónaco), destacados en el terreno de juego.
Sin embargo, las opciones se han ido reduciendo, pues dos de estos seis líderes ya no son convocados habituales de Pekerman -Guarín y Zúñiga- y dos más han asumido la responsabilidad por pocos minutos -Ospina y Sánchez- dejando en la baraja a James y Falcao, lo máximos exponentes del fútbol colombiano a nivel internacional en los últimos tiempos.
Aunque gozan de extensa experiencia y figuran en el ámbito internacional, en el pasado no han llenado las expectativas de los aficionados cuando han tenido la tarea de capitanear al equipo.
Un capitán debe tener una gran personalidad tanto dentro como fuera de la cancha, buena comunicación, voz de mando y liderazgo, cualidades que Pekerman estudia muy bien antes de elegir al ‘director técnico’ en el campo.
El seleccionador argentino tiene tres parámetros puntuales para escoger al guía en la cancha: la importancia que tiene el jugador entre sus compañeros, el liderazgo dentro de la plantilla y el nivel deportivo por el que atraviesa el futbolista.
Falcao tuvo un buen desempeño cuando asumió el trabajo de líder, sin embargo, las lesiones y el bajo rendimiento que mostró tras el Mundial de Brasil lo apartaron de la Selección y por ende, de esta tarea.
James fue el heredero y quien más se ha mantenido en el cargo tras la salida de Yepes, pero algunas actuaciones en el desarrollo del juego con sus compañeros han sido objeto de cuestionamientos sobre si su comportamiento es el de un verdadero líder.
En partidos de Eliminatoria, por citar un ejemplo, a James se le ha visto enojado con sus compañeros porque no le pasan el balón o no lo hacen partícipe de las jugadas, como en el partido ante Argentina en Barranquilla donde el volante del Real Madrid empujó a su compañero, Daniel Torres, tratando de recuperar la posesión del balón. También pasó en San Juan, de nuevo contra Argentina, cuando el diez se salió de casillas con el árbitro del partido y lo encaró en el túnel hacia los camerinos por una falta en la que recibió una tarjeta amarilla. Actitudes que, según Freddy Rincón, no son propias de un líder.