Después del primer tiempo del partido por cuartos de final de la Liga Águila-2 entre Once Caldas y Rionegro, y mientras los jugadores y los árbitros ingresaban al camerino, un aficionado agredió con un objeto aún no determinado al portero uruguayo del Rionegro, Lucero Álvarez, y también a uno de los asistentes arbitrales.
Por eso antes del inicio de la segunda etapa, el árbitro Luis Sánchez, suspendió el juego por unos minutos y dialogó con los agentes de la Policía y el comisario de la Dimayor para saber si se jugaba o no el encuentro.
Afortunadamente ninguno de los agredidos tuvo una herida de gravedad. Finalmente, el segundo tiempo se reanudó.
Vea acá las consecuencias de la agresión al portero uruguayo:
