Bien dicen que no hay mal que por bien no venga. Sin embargo, nunca se sabe cuáles pueden ser las dificultades, las condiciones, que traigan esas situaciones. Para el DIM será, en parte, beneficiosa la cancelación del partido contra Águilas Doradas, que se jugaba el viernes en Rionegro.
Sin embargo, por obras en el estadio Alberto Grisales, debió ser aplazado para una fecha que se desconoce. Esta situación le dará al cuerpo técnico del Medellín, la posibilidad de trabajar, durante 13 días seguidos, antes de volver a competir el domingo 21 de septiembre ante Junior en el Atanasio Girardot.
Eso beneficiará al equipo. Los dirigidos por Alejandro Restrepo han tenido un calendario apretado en el segundo semestre. Entre la final del Apertura y el inicio del Clausura, solo descansaron seis días. Después, han disputado 14 juegos es dos meses.
La pausa por aplazamiento servirá al elenco rojo para afianzar la idea de juego. También para que sus futbolistas ganen confianza, de cara a lo que será la segunda mitad del semestre por Liga, donde vienen rivales complicados.
“Coincidencialemte, después de la décima fecha de este semestre tenemos 20 puntos, los mismos que teníamos en el Apertura a esta altura del torneo. Sin embargo, los hemos conseguido de manera diferente. Esta vez, sin pretemporada, nos costó más alcanzar buen rendimiento individual de algunos jugadores. No obstante, hemos crecido en la adaptabilidad para terminar mejor los juegos”, aseguró el timonel rojo.
En las fechas que restan para terminar el “Todos Contra Todos”, El Poderoso se enfrentará con rivales complicados como Nacional, Santa Fe, América. Eso aumenta el nivel de exigencia y, por el agotamiento de jugadores, puede llevar a que haya baches en sus rendimientos.
En ese sentido, el aplazamiento del duelo contra Águilas, que dará réditos en el corto plazo, podría complicar al Medellín cuando le apriete un poco más el calendario que tiene para el final de año, donde compite tanto en Liga, como en la Copa Betplay.